A sus 68 años, Carlos falleció el 28 de septiembre tras una corta y terrible enfermedad que lo mantuvo hospitalizado durante los últimos tres meses.
De espíritu alegre y gran calidad humana, Carlos Feoli se graduó como ingeniero agrónomo de la Universidad de La Plata en 1974 y obtuvo su título de posgrado de la Universidad Estatal de Dakota del Norte, Fargo, Estados Unidos, en 1989, en pleno corazón girasolero de ese país, cultivo al que dedicó gran parte de su trayectoria.
Profesional del Instituto Nacional de Tecnología Agrícola desde 1976 hasta su retiro, en 2016, Feoli fue responsable del desarrollo de sistemas de producción de cultivos y agente de extensión en el oeste de la provincia de Buenos Aires. En 1989 se unió al grupo de investigación de la Estación Experimental Pergamino para trabajar en la producción de girasol.
Docente, consultor y hombre inquieto, en 1998 se sumó al equipo que por entonces promovía el concepto de cadena de valor alimentaria y trabajó en el desarrollo de la cadena de valor de girasol.
En el año 2000 fue uno de los gestores de la reorganización de la Asociación Argentina de Girasol, ASAGIR, una entidad sin fines de lucro cuyo objetivo es aumentar la eficiencia de producción, la calidad y la diversificación de los productos de girasol y trabajar de acuerdo con el concepto de cadena de valor alimenticio. Fue la primera en su tipo creada en el país.
Desde 2001 hasta el final de sus días fue el CEO de ASAGIR y en 2008 fue electo presidente de la Asociación Internacional de Girasol (ISA) hasta 2012.
Gran ser humano, solidario, emprendedor y visionario, puso sobre sus espaldas el fortalecimiento de las cadenas de valor y en particular del cultivo girasol. Su fallecimiento significa una enorme pérdida para las organizaciones por cadena y para todos aquellos que lo conocieron y tuvieron la oportunidad de compartir proyectos con él.
Feoli había nacido el 27 de febrero de 1950 en Lomas de Zamora, provincia de Buenos Aires. Estaba casado con Liliana y tenía una hija, Regina