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Campaña de fina: ¿Qué implica ingresar en el período crítico?

El trigo y la cebada continúan su evolución dentro de esta campaña de fina bajo condiciones de humedad muy dispares según las zonas, mientras que comienzan una etapa clave en la definición de sus rendimientos finales. ¿Qué ocurre durante el período crítico del trigo y la cebada? Algunos...

El trigo y la cebada continúan su evolución dentro de esta campaña de fina bajo condiciones de humedad muy dispares según las zonas, mientras que comienzan una etapa clave en la definición de sus rendimientos finales.

¿Qué ocurre durante el período crítico del trigo y la cebada?

Algunos lotes en el norte de la región Pampeana han comenzado a transitar su período crítico, mientras que el resto se observa en estado de encañazón (elongación de los entrenudos del tallo principal de la planta). Poco después de este proceso comienza el crecimiento de las espigas, por lo que ambos órganos comparten y asimilan nutrientes de manera simultánea.

Esta etapa aporta una parte muy importante de la definición final del rendimiento a partir de la determinación del número de granos por unidad de área y el peso potencial de los mismos. Es aquí cuando se define el número de espigas por planta, mientras que, en la etapa de floración se determina el número de granos por espiga. A su vez, las flores determinan el peso final de los granos, ya que un tamaño mayor de flores está asociado a un mayor peso potencial de grano.

En el caso del trigo el número de granos por unidad de superficie depende tanto del número de espigas por plantas como de la cantidad de granos por espiga, en tanto, en la cebada está más asociado al número de espigas por planta.

Durante el período crítico no es recomendable que el cultivo sufra estrés hídrico ni daños por heladas y las acciones de manejo que se lleven a cabo en esta ventana temporal tendrán gran relevancia para lograr maximizar el crecimiento de los mismos y así potenciar su rendimiento final.

La principal medida de manejo en esta etapa es la aplicación de fungicidas, combinado en algunos casos con insecticidas, en el caso que fuera necesario. Este período requiere de un monitoreo constante ante la aparición de enfermedades y daños por insectos.

Para la aplicación de estos productos es recomendable la ausencia de precipitaciones para evitar el lavado de los mismos y, en consecuencia, las pérdidas económicas.

¿Cuánta agua hay disponible en el suelo actualmente?

A lo largo del mes de septiembre las precipitaciones resultaron escasas y muy localizadas. Las zonas que recibieron aportes pluviométricos fueron principalmente la región del Litoral, el sur y noreste de la provincia de Buenos Aires y el sudeste de La Pampa.

Es por eso que en el sur de la región central se percibe un leve aumento del porcentaje de agua disponible para las plantas en los primeros centímetros del perfil del suelo (capa arable), mientras que en el centro y norte de la región del Litoral se observan excesos hídricos.

La escasez de agua en la capa arable limita la siembra de los cultivos de gruesa que ya se ha iniciado en las zonas que presentaron suficiente humedad. En el resto del perfil edáfico, se conservan porcentajes de agua útil superiores al 50% en casi toda la provincia de Buenos Aires (a excepción del extremo noroeste), en el este de Entre Ríos, Corrientes, Misiones y en el extremo este de Chaco.

En el resto de la región productiva a secano se acentuaron las condiciones de sequía en este último mes, favoreciendo el descenso de las reservas hídricas del suelo. Esta situación crítica se espera que impacte en el rendimiento final de los cultivos, habiéndose hecho presente en el más reciente resultado de los pronósticos de rinde del trigo y la cebada.

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¿Qué se espera para las próximas 2 semanas de campaña fina?

A partir del lunes 30 se prevé que un sistema frontal se desplace desde la provincia de Buenos Aires y este de La Pampa hacia la región del Litoral y norte del país, con precipitaciones de baja intensidad asociadas.

Los valores de precipitación acumulados a partir de este evento, oscilarán entre 5 y 10 mm en la provincia de Buenos Aires y entre 10 y 20 mm en la región del Litoral. Durante la segunda semana de pronóstico se espera una mayor activación de la atmósfera, con varios eventos de lluvias a lo largo de la misma.

Se prevén que se acumulen entre 10 y 30 mm de precipitación en la franja central del país, con un máximo relativo localizado en el norte de La Pampa, sur de Córdoba y sur de San Luis, y entre 15 y 50 mm en la región del Litoral, norte del país y en el este de la región noroeste argentino.

Las temperaturas se presentarán relativamente cálidas respecto al promedio durante la primera semana de pronóstico, mientras que, a partir de la semana 2 se esperan temperaturas dentro de los parámetros normales, para esta época del año.

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