Mendoza es una provincia ubicada en mitad del desierto. Es naturalmente seca y además permanece en emergencia hídrica desde el 2010. Ese es un primer contexto ambiental para abordar una problemática como la modificación de la Ley 7.722 que generó que cientos de miles de personas salieran a reclamar.
Sobre eso dialogó con Radio Campo -por Radio Colonia- el médico veterinario Marcelo Zysman, que explicó que esta Ley -ahora frenada por el Gobernador Suárez- busca establecer a empresas mineras. Estas utilizan sustancias tóxicas como el cianuro, y con un proceso que suena conocido -”fracking” o minería a cielo abierto- y gran uso de agua, obtienen metales preciosos para la exportación.
Según indicaba el especialista, estas empresas tienen controles más que limitados. Y ante la falta de controles, la duda crece. Este sistema genera la extracción de metales pesados que son muy solubles en cianuro.
¿Qué es el cianuro? Un compuesto químico que tiene la particularidad de que, en cualquiera célula viva -desde bacterias hasta humanos- bloquea la respiración. Sea en microgotas o en cantidades grandes, el destino es el mismo. La diferencia será el tiempo de acción.
Pero además, sostiene, como es tan soluble, discurre en el agua pudiendo arrastrar otros metales pesados, quizás no tan tóxicos como el cianuro pero igualmente muy tóxicos. En potenciales casos, esto podría traer complicaciones graves para la ganadería y agricultura, por ende, sobre lo que comemos.
Más allá de la ingestión directa del agua tanto por parte de las personas como de los animales, el impacto sería enorme, advierte. “Sin duda las empresas que trabajan con esto tienen muchos elementos en el medio para decir que sus sistemas son seguros, como el fraccionamiento de agua, plantas depuradoras, cubas de contención, pero la realidad es que todo puede fallar”, agrega, y concluye que esto queda a la vista sólo con buscar reportes de megaempresas mineras cuyos métodos de control han fallado y el desastre ecológico consecuente fue enorme.