Los frigoríficos exportadores siguen sin encontrar en el comercio exterior un incentivo para incursionar. Si bien en los primeros seis meses del año, la competitividad de la carne argentino mejoró alrededor de 30 por ciento, según la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra), la mejora no ha sido suficiente.
Para mejorar la ecuación, la industria solicita al Gobierno la reinstauración de los reintegros a las exportaciones que estuvieron vigentes para el sector cárnico hasta noviembre de 2005. Para Ciccra, la medida ayudaría a mejorar el tipo de cambio del sector y competir con los demás proveedores internacionales.
No alcanzó
"Al contrastar la situación vigente en 2016 con la observada en 2010, surge que la carne argentina todavía acumula una significativa reducción de su competitividad en dólares norteamericanos. Y, peor aún, Argentina es el país que mayor retroceso tuvo en la materia, en comparación con los principales competidores en materia de producción de carne vacuna", sostiene Ciccra en su último informe mensual.
El peor de cuatro
Aun ponderando positivamente los cambios introducidos por el gobierno nacional, como fueron la eliminación de las retenciones y la mejora en el tipo de cambio, la carne argentina sigue con una posición inferior con respecto a la carne producida en los principales países competidores. En los últimos seis años la pérdida relativa fue de 6,2 por ciento con Uruguay, de 8,3 por ciento con Nueva Zelanda, de 19,6 por ciento con Australia y de 36,1 por ciento con Brasil.
Según la cámara de frigoríficos, en los últimos seis años Argentina tuvo una muy importante caída de su tipo de cambio real (medido en dólares). La cotización en pesos del dólar subió 334,9 por ciento en este período, pero el índice de precios al consumidor (IPC) ‘bien medido’ aumentó 390,2 por ciento. En consecuencia, el tipo de cambio real disminuyó 18,2 por ciento.
Uruguay y Nueva Zelanda, dos importantes países exportadores de carne vacuna, también vieron caer su tipo de cambio real (medido en dólares) entre 2010 y 2016. Pero, en estos dos casos, la baja fue mucho más moderada, lo cual mantuvo a sus producciones en una situación mejor que la nuestra. En el caso de Uruguay, el descenso fue de 12,8 por ciento (con una mejora de 2,4 por ciento entre enero-julio de 2015 y 2016) y en el segundo caso, fue de 10,8 por ciento (0,8 por ciento menos en el último año).
"Y a la inversa, en Brasil y Australia, principales exportadores a nivel mundial de carne vacuna, en seis años el tipo de cambio real aumentó 27,9 por ciento y 1,7 por ciento, respectivamente", concluye el informe.