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Gabriel Delgado: “Los problemas de competitividad sólo se resuelven con un Estado presente”

Sobre eso dialogó con Palabra de Campo el especialista en Ciencias Políticas, Económicas y Sociales del INTA, Gabriel Delgado, que advierte que le preocupa la situación económica del país.

A dos semanas de la firma de este acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea, comienza a verse un panorama más claro de qué beneficios y qué riesgos o desafíos corren algunas industrias argentinas y latinoamericanas respecto de sus producciones.

Sobre eso dialogó con Palabra de Campo el director del Centro de Investigación en Ciencias Políticas, Económicas y Sociales del INTA, Gabriel Delgado, que advirtió que el acuerdo es el primer paso de un acuerdo político más complejo que está de cuatro a diez años más adelante de lo que vive la economía argentina.

Ahora, indica, habrá que ver cómo se paran todos los países para aprobarlo, pero eso no parece estar cerca. “Argentina tiene urgencias más importantes en materia económica, porque hace unos 10 años está en una recesión de la que no puede salir, y ahora con una política monetaria tremendamente inconsistente respecto de cualquier esquema de prosperidad que queramos introducir”, agregó.

En esa línea, asegura que este hecho político es relevante y viene a traer algunas noticias desafiantes para la Argentina. Tiene una parte positiva, vinculada a que casi el 90% de los productos que el país exportará a la UE estarán casi libres de aranceles.

Pero, por otro, indica, Argentina recibirá productos de la Unión Europea con aranceles mucho más bajos, y esto obviamente tiene un sesgo agropecuario para exportar de poco procesamiento, y la importación tiene un sesgo industrial. Es decir, Argentina vendería productos primarios y la UE nos vendería productos industrializados.

Esto, explica, mirando al mediano plazo -de 5 a 10 años- tiene desafíos, por lo tanto hay que ver cómo se transitan esos grises. “Es como si te digo que hoy estoy con pancreatitis y me respondes que en 10 años me va a dejar de doler la muela”, comparó.

Es que, para él, no tiene el país una industria dinámica para competir, no hay un Estado presente para contener políticas industriales y hay algunos sectores que no tendrán más opción que reconvertirse, mejorar e invertir, porque hay problemas de competitividad internacional que sólo se resuelven con un Estado presente.