Ganadería

Ganadería a 1000 metros sobre el nivel del mar: Una maravillosa historia narrada por Eugenia

Relacionamos a la ganadería nacional con la llanura pampeana. Sin embargo, existen en el país muchas otras ganaderías, algunas de las cuales –como es el caso de la emprendida por la familia Hiriart– se llevan a cabo a más de 1000 metros sobre el nivel del mar. Eugenia...

Relacionamos a la ganadería nacional con la llanura pampeana. Sin embargo, existen en el país muchas otras ganaderías, algunas de las cuales –como es el caso de la emprendida por la familia Hiriart– se llevan a cabo a más de 1000 metros sobre el nivel del mar.

Eugenia y su padre Bernardo Hiriart fundaron en el 2018 el establecimiento de cría y recría –producto de una división societaria– con escasa información disponible.

El campo, está localizado a unos 15 kilómetros del pueblo de Loncopué (Neuquén). Cuenta con dos bloques separados entre sí por 35 kilómetros. El primero tiene 1800 hectáreas, de las cuales el 45% corresponde a humedales (mallines) con mayor proporción de recursos forrajeros. El otro bloque tiene 800 hectáreas, aunque sólo el 60% cuenta con campo natural (mallin de cordillera) utilizable, dado que el resto del área está cubierta por zonas rocosas y bosques de araucaria; ese sector –localizado a 1300 metros sobre el nivel del mar– se emplea durante el verano, para lo cual se requiere trasladar la hacienda durante dos días desde el sector de “invernada”.

“Si bien el arreo de la hacienda debe hacerse por caminos internos, podemos acceder al sector de la veranada desde la ruta provincial 29, lo que representa una ventaja importante”, comentó Eugenia, quien integra el CREA Cuenca del Agrio (región Patagonia).

¿Cómo trabajan?

Realizan servicio natural desde el 10 de noviembre hasta el 10 de febrero, aunque este año incorporaron también la inseminación a tiempo fijo en vaquillonas de dos años de edad para mejorar los índices reproductivos. Están en pleno proceso de homogeneización del rodeo con sangre Hereford. Durante el invierno las vacas son suplementadas con bloques de urea, melaza y magnesio.

En 2021/22 el porcentaje de preñez cayó al 76% con un peso al destete promedio de 140 kilogramos, algo que terminamos padeciendo luego durante la recría”, declaró Eugenia durante una jornada técnica en formato virtual organizada esta semana por la región CREA Patagonia.

En este sentido, agregó: “Para no volver a repetir eso, procedimos a remover toda la vaca vieja, además de no perdonar a las vacas vacías, de manera tal de comenzar a renovar los vientres”.

Fue así que el rodeo de cría en 2022/23 logró obtener un porcentaje de preñez del 91% con un peso al destete promedio de 150 kilogramos y con la meta de llevarlo al menos a 180 kilos (además de seguir mejorando el indicador de preñez).

“Comenzamos a capar a los terneros al pie de la madre, además de espaciar el período de la señalada con el del arreo con el propósito de reducir el nivel de estrés de los terneros; este año vamos a subir más tarde a la veranada con un ternero más grande”, comenta. Por otra parte, hacia fines de febrero del año que viene, si la condición corporal de las vacas es adecuada, evaluarán la posibilidad de destetar más tarde a los terneros.

Recría

En lo que respecta a la recría, probaron diferentes alternativas, pero nunca lograron generar ganancias diarias promedio superiores a los 650 y 150 gramos en el período estival e invernal respectivamente. “No estamos conformes con esos números, con lo cual estamos evaluando derivar la recría a otro campo, menos frio y húmedo, en el marco de un contrato de pastaje”, manifestó Eugenia.

Arraigo

Por último, finaliza: “Todo lo que contribuya a promover el sentido de pertenencia a la región es vital para poder seguir produciendo y manteniendo las tradiciones, que son tan importantes para nuestra región, así como también lo es el intercambio constante que se da en la red CREA y en otras producciones para evaluar alternativas que nos permitan ser cada vez más eficientes”.