Esta semana se realizo una protesta de productores en Plaza de Mayo. No fue la primera, ya que días atrás reclamaron en el mismo lugar los fruticultores de la Patagonia.
Viajaron desde el cordón hortícola del Gran La Plata, donde hay 5.000 hectáreas sembradas con hortalizas. Del total, unas 3.500 se hacen en invernáculos y el resto a campo. Se estima (no hay números concretos), que son alrededor de 5 mil los agricultores que llevan adelante la actividad, la mayoría de los cuales arriendan sus tierras.
Prácticamente todos son agricultores familiares, y si bien producen a pequeña escala (a veces menor a una hectárea), generan el 60% de la producción de hortalizas de la zona. Son los principales productores de verduras de hoja como lechuga, acelga y espinada, además de tomate en fresco, morrón y berenjena que se consume en Capital Federal y parte del Gran Buenos Aires.
Estos horticultores tienen un gran problema: el acceso a la tierra. Sin embargo, en los últimos meses su situación se hizo mas compleja con el incremento de los costos de producción.
Sobre la realidad de los productores familiares que generan el alimento que llega a nuestras mesas, su economía y su realidad, conversamos con Hernán Letcher, economista del CEPA.
Escucha la entrevista.