Primero la seca y luego el duro invierno mantuvieron alta la oferta de vaca, que en un porcentaje altísimo se destina a China. Se vendió mucho adelantado y después de seis meses de oferta muy alta, la vaca empieza a escasear y a subir de precio.
En el caso de la manufactura o conserva, más de un 50 por ciento en 60 días. También está subiendo, pero a un ritmo mucho menor, el novillo pesado, cuya mejora es del 10 a 12 por ciento en los dos últimos meses. Lideran la suba del novillo entrepesado y pesado algunos supermercados, que complementan virtuosamente consumo con exportación.
Se achica la oferta
Las lluvias, que dificultan mucho las cargas en una zona muy amplia de la región pampeana, y las expectativas de nuevas subas recortaron la oferta. La hacienda liviana de consumo venía mejorando semana a semana por las restricciones de oferta (lluvias, paros, feriados). Pero en este caso la suba parece tener un límite en la dureza del mostrador: cuesta mucho vender (y cobrar) la carne a estos nuevos valores.
Cada vez más exportación (41 mil toneladas en junio) y un consumo que, aunque sigue siendo alto (56 a 58 kilos), parece haber tocado un límite. Se espera para las próximas semanas y meses una oferta muy fluida de los feedlots, que están cargados como no lo han estado desde 2009.
En julio, el dólar retrocedió cinco por ciento y el mercado chino está mostrando los efectos de la devaluación del yuan: 10 por ciento desde mayo. Pero la exportación sigue teniendo una “reserva de poder de compra” y en la medida en que la oferta de novillos pesados y vacas siga cayendo, es probable que ambas categorías tengan todavía una trayectoria alcista.
Estamos con los efectos de un cóctel complejo, que incluye el clima (seca, invierno duro), la devaluación, la caída del consumo, el fuerte encarecimiento del maíz, la inflación creciente, la tasa de interés, la recesión y una faena muy alta.
Entre enero y junio se faenaron 15 por ciento más de vacas que en igual período del año pasado, un 19 por ciento más de vaquillonas y un 47 por ciento más de terneras. Entre los machos, los aumentos son modestos: 2,3 en novillitos, +5,6 en novillos.
Mientras que no hay cambios en la categoría terneros. En números absolutos, el 82 por ciento del aumento de la faena del primer semestre corresponde a las hembras. En este escenario, la tasa de extracción de las vacas (faena/stock) se mantiene cercana a su valor de equilibrio.