
En el nordeste de Entre Ríos, donde se concentran más de 35.000 hectáreas dedicadas al cultivo de cítricos dulces como naranja y mandarina, el clima subtropical y los suelos profundos favorecen la actividad citrícola. Gracias a la investigación del INTA, se generó información para optimizar la calidad de la fruta destinada a la industria y ampliar la variedad de cítricos disponibles en el mercado fresco, mejorando el rendimiento industrial y la competitividad del sector.
Los resultados obtenidos en el marco del convenio con Coca Cola serán presentados en una jornada que se realizará el 15 de mayo en la estación Experimental Agropecuaria Concordia del INTA, en Entre Ríos.
María Fernanda Rivadeneira, especialista del INTA y coordinadora del proyecto, destacó que este acuerdo permitió recopilar datos fundamentales para evaluar la viabilidad de destinar parte de la producción citrícola a la industria, mejorando la calidad de la fruta y explorando nuevas oportunidades para los productores.
En un primer momento, se contó con doce variedades de naranja registradas en la región. A partir del análisis de parámetros como sólidos solubles, acidez e índice de madurez, se estableció una base para avanzar en la selección de variedades con mayor potencial industrial y con un calendario de cosecha más extendido.
Uno de los principales desafíos para la industria es el amargor del jugo, provocado por flavonoides y limonoides, cuya concentración depende de la variedad, el grado de madurez y los procesos industriales aplicados. Por eso, durante el convenio se analizaron los niveles de limonina en distintas variedades de naranja para determinar su aptitud para la industria.
La investigación se centró especialmente en las variedades Salustiana y Valencia Late, que representan aproximadamente el 60 % del cultivo en la región. Se implementaron diferentes estrategias de manejo en parcelas adultas, que incluyeron programas fitosanitarios, riego, fertirriego, fertilizaciones foliares y la selección del momento óptimo de cosecha. También se estableció un lote experimental con la variedad Roble, identificada previamente como prometedora para uso industrial.
Entre los resultados más destacados se registró un aumento en el índice de madurez de la naranja Salustiana al retrasar la cosecha 60 días en parcelas manejadas para industria. Esto elevó los sólidos solubles y redujo la acidez, logrando una fruta con mejores características para el procesamiento industrial. Asimismo, se llevó a cabo un seguimiento exhaustivo de residuos de pesticidas, desde la fruta hasta el jugo, analizando 38 principios activos para garantizar la inocuidad del producto según la normativa vigente.
La jornada técnica del 15 de mayo, abierta y gratuita con inscripción previa, ofrecerá una completa presentación de estos resultados. Se compartirán datos sobre la calidad y variedad de naranjas en la región, madurez, trazabilidad de residuos, manejo nutricional y fitosanitario, así como costos de producción en lotes destinados a la industria.
El evento, organizado en conjunto con el proyecto “Sustentabilidad en la cadena de naranjas de Entre Ríos y Corrientes” de Coca-Cola, CICLA y Kilimo, incluirá charlas sobre sustentabilidad, certificaciones y una mesa redonda sobre la producción e industrialización de cítricos dulces en Argentina. Además, contará con la participación de un experto internacional que analizará el mercado industrial de frutas en Brasil y las tendencias globales. La jornada finalizará con una visita a los lotes demostrativos en el campo experimental del INTA