El presidente de Brasil, Michel Temer, brindó una conferencia de prensa en la que desmintió su vinculación en un presunto caso de sobornos y negó que vaya a abandonar el cargo por el escándalo: "No renunciaré", afirmó.
"Quiero conocoer el contenido de las grabaciones", planteó el dirigente, en referencia a los audios que lo vinculan a un presunto esquema de sobornos para comprar el silencio de Eduardo Cunha, expresidente de la Cámara de Diputados, según reveló ayer el diario O Globo. "Pido al supremo federal el acceso a esos documentos. pero hasta ahora no lo conseguí", agrego.
El presidente del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) resaltó que su gobierno "vivió esta semana su mejor y su peor momento", al destacar las cifras que muestran una mejora económica del 1,12 por ciento después de dos años de recesión. En este sentido sostuvo que "las grabaciones grabadas de manera clandestina" intentan tapar "todo el esfuerzo" realizado para "sacar al país de la mayor recesión". "No podemos tirar a la basura tanto trabajo hecho por el país", sentenció.
Sobre el escándalo, el mandatario negó el contenido de las grabaciones. "Repito y resalto que en ningún momento autorice que pagase, a quien quiera que sea". "No compré el silencio de nadie, por una razón simple y precisa, no lo preciso, no tengo nada para esconder. Nunca autoricé a pagar nada. El Supremo Tribunal será el lugar donde serán expuestas todas las explicaciones", detalló.
"No renunciaré", aseguró Temer al final de su alocución. "Sé lo que hice, exijo investigación plena y rápida para el esclarecimiento al pueblo brasilero. Esta situación de duda no puede persistir por mucho tiempo. Mi compromiso es con Brasil y es lo único que me guía", concluyó.
