“Tenemos puntos en común y algún desacuerdo con lo que plantea la industria avícola”, dice Juan Eiras, presidente de la Cámara Argentina de Feedlot, que dialogó con Palabra de Campo - por Radio 10- sobre el tema que se metió en la agenda y generó rispideces entre las cadenas de valor en los últimos días.
Según Eiras, concuerdan con que la reacción de precios y de oferta de maíz al fenómeno de retenciones no fue la esperada: tenían la expectativa de que el precio de maíz no refleje la baja pero las retenciones moderen la suba, y eso no sucedió.
“El maíz ganó unos 1.000 pesos en Rosario y otros 1.000 para el disponible. Eso hace que a la industria avícola el maíz disponible le esté costando por encima de $10.000 la tonelada. En nuestro caso es similar, porque nos abastecemos del mismo mercado”, resalta.
Sin embargo, admite que los feedloteros tienen la alternativa de poder incluir en la dieta maíces con algún grado de daño o de uso forrajero. “Pero sustituir por esto o por otros subproductos, algo que muchos estamos haciendo para sortear el momento, genera otra conversión y tiempos de engorde, es decir, genera atrasos”, comenta.
“El precio no es el problema porque se fija en base a la oferta y demanda. Lo que sorprende es que, aún con este precio que está muy por encima de la paridad calculada en una situación de valor normal con retenciones, los lotes importantes no aparecen”, manifiesta.
A la vez, explica que no está en condiciones de decir si va a faltar maíz, y cree que la avicultura tampoco lo está. “No hay manera de saber cuánto maíz queda en manos del productor. Lo que sí es cierto- que tiene que ver con la macroeconomía y el reservorio del productor que hoy tenga maíz embolsado- es que no existe la disponibilidad que uno imaginaba con estos precios”, concluyó.
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