El ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Julián Domínguez, anunció oficialmente la apertura del decimosexto congreso de Maizar 2022, en el marco de un escenario favorable para la Argentina por el contexto internacional.
Bajo la consigna "El maíz siempre está", el congreso iniciado el martes 28 de junio en el complejo Goldencenter, se presenta como una gran oportunidad para intercambiar conocimientos y experiencias sobre las oportunidades de negocios que se abren a partir del maíz y el sorgo.
Entre los principales oradores de la apertura, se encontraron el Presidente de Maizar, Pedro Vigneau; el Subgerente General de ACA y Presidente del Congreso Maizar 2022, Víctor Accastello; y el titular de la cartera agropecuaria, Julián Domínguez, quien aportó un panorama integral de la situación del país en materia productiva.
Por su magnitud, el congreso se desarrolla en los dos pisos del establecimiento, y cuenta con una sala de networking de gran capacidad, para afianzar relaciones y alianzas estratégicas. Y, para quienes no puedan acercarse, una plataforma virtual que transmitirá el evento.
A comienzos del discurso, Domínguez compartió algunas reflexiones personales en torno a su vínculo con el maíz: “Al nacer en chacabuco que fue la capital Nacional del maíz, mi vida siempre estuvo vinculada al cereal y tiene una significación muy especial en mi vida”.
A continuación, aseguró estar convencido de que lo más importante que tiene el sector agropecuario es el productor. “El crecimiento de toda la cadena agrobioindustrial está en la previsibilidad que pueda construir el productor”, y agregó: “si hay un clima de esperanza y vitalidad, le va a ir bien a toda la cadena”.
Respecto a la complicada coyuntura internacional provocada por la invasión rusa, el ministro explicó que las consecuencias de la guerra abren un escenario de oportunidad para nuestro país y lo ubica en una situación de privilegio.
“Argentina tiene una amplia sensibilidad a percibir los cambios que operan a nivel global y es imposible tener una política nacional si uno no entiende el escenario internacional en el cual la nación se va a insertar”, manifestó.
Asimismo expuso que este año va a ser récord en el aporte del sector agroindustrial, “pero la contracara del conflicto bélico es el alto costo que ha tenido en los combustibles y la energía”.
“Nuestro país está llamado a cumplir un rol decisivo, con esta oportunidad que nos ofrece el mundo no es loco pensar qué Argentina en la próxima década esté incorporando a su frontera agrícola dos millones más de toneladas”, declaró.
De la mano, proclamó que hay que prepararse para un escenario de inversiones ya que el valor de reserva de las proteínas pasa a ser un centro de interés global. “Estoy convencido de que esta es la guerra de la proteínas”.
Otra de las problemáticas candentes por la que atraviesa el país, es el faltante de gasoil y de los fertilizantes. Al respecto, Dominguez ratificó que, si bien habrá dificultades, el combustible para la siembra y la cosecha está garantizado.
Sobre los fertilizantes, dijo que desde el ministerio trabajan sobre el tema desde principio de año ya que “advertimos que este problema se iba a venir y se vino”. “Estamos convencidos que sería una chambonada que a nosotros nos faltará fertilizantes y los fitosanitarios para esta campaña”, agregó.
“Si hay dificultades estamos para resolverlas y quizás la experiencia nos enseñó a recordar la institucionalidad para golpear las puertas necesarias para que no sea un obstáculo para el productor”.
Por los trastornos, Domínguez extendió las disculpas a los productores y expresó la necesidad de que sigan produciendo en el país. “Tenemos un Horizonte bastante más tranquilo cuándo vemos los datos de importación de fertilizantes”.
Por su parte agregó: “tenemos el sueño de que rápidamente la Argentina pueda anunciar importantes inversiones en la producción de fertilizantes”.
A modo de cierre dijo que “si esta oportunidad se refleja en los resultados, estoy convencido de que a la Argentina le va a ir mucho mejor y vamos a dejar atrás un capítulo de desencanto y decepción recurrente”.