“El productor cuenta con dos herramientas que pueden ayudarlo en la calidad de sus granos: la siembra de granos con mayor cantidad de proteínas y el manejo del ambiente”, resaltó Cuniberti. La incidencia de los factores ambientales en relación a la calidad se expresan por ejemplo, a través de la temperatura. La diferencia la determina la fijación biológica del nitrógeno (de forma natural).
“En todas la regiones (se evaluaron tres) el 56% de la calidad de la proteína está dada por el ambiente. De ese total, sólo el 15% es genética, el resto son aspectos ambientales difíciles de controlar”, afirmó.
Hay variedades destacadas en aceite y otras en proteínas, para ello hay que utilizar diferentes granos. ¿Qué puede hacer el productor al respecto?. “Es muy importante conocer el ambiente y la semilla, el resto tiene que ver con factores ambientales inmanejables”, explicó la investigadora.
En el aceite también ocurre que “a medida que aumenta la temperatura, aumenta la concentración de aceite debido a que aumenta el ácido oleico y baja la concentración de ácido linoleico. En el caso de los aminoácidos, a medida que aumentan las precipitaciones decaen junto con las proteínas.
“La problemática de la proteína siempre la paga el productor”.
Martha Cuniberti lo consideró injusto y dijo; “no hay valor por alcanzar mayor proteína, sino aquel que apuesta a lo seguro. Eso es utilizar la soja de primera que da mayor rendimiento, pero no eleva la proteína, sino por el contrario, hay una relación inversa entre rendimiento y proteína”. Mientras la calidad no se pague, el productor va a apostar a la cantidad. Esto ocurre porque en Argentina no existe clasificación de calidad”, explicó.
La proteína fue cayendo en los últimos 20 años, pero el aceite siempre fue alto en los rindes de Argentina, ya que se relaciona con el mismo de manera positiva.
Como conclusión la calidad de la soja de nuestro país, es un aspecto a tener en cuenta ya que hemos desarrollado procesos como el biodiesel, en donde somos uno de los primeros países en exportación. Asimismo se viene reclamando la necesidad de mejorar la soja nacional, algo difícil de lograr, teniendo en cuenta que el mayor influyente es el ambiente.