El lunes 24 de julio, de 18 a 20 horas, en la Sala Ceibo B de la Expo Ganadera 2023, la Mesa de Carbono Forestal Nacional realizará una charla sobre los Mercados de Carbono en Argentina – “Contexto actual, experiencias y oportunidades para el sector agroforestal”. El primer bloque del encuentro tendrá a Juan Pedro Cano – Coordinador General de la Mesa de Carbono Forestal Nacional como orador principal, quien disertará sobre “Los mercados de carbono a nivel internacional y nacional: contexto y oportunidades”. Luego, se dará paso a un panel de expertos quienes brindarán un panorama sobre “Lo que ya está ocurriendo: La experiencia y proyección en Argentina”
Participan del panel Sebastián Fragni de GMF Latinoamericana, José Otarán, de UNITAN, Tomás Arata de GBM / Nideport y Jan Heinrich de Ecosecurities. Cierra la jornada el abogado especialista en derecho ambiental y cambio climático Manuel Frávega, partner del Estudio Jurídico Beccar Varela, quien brindará una descripción del “Marco legal e institucional en Argentina”. En tal sentido, recientemente la Mesa presentó a diversas autoridades gubernamentales y otros protagonistas privados su documento principal de Aportes, el cual puede leerse en forma completa en https://afoa.org.ar/mesa-carbono-forestal/)
En Argentina se desarrollan proyectos de carbono forestal desde hace más de 15 años en distintas regiones y con diferentes tipos de abordajes, en 20.000 hectáreas aproximadamente y con un potencial de mitigación de más de 1.600.000 toneladas de CO2 de los cuales ya se llevan mitigadas más de 500,000 t de carbono. “A pesar de que se han hecho avances a nivel internacional en acordar las reglas para los mercados de carbono, en nuestro país aún hay muchas incertidumbres para que se desarrolle un mercado que sea atractivo y confiable para el desarrollo de este tipo de proyectos” explica Juan Pedro Cano, Coordinador General de la Mesa. “Hoy existen proyectos en desarrollo y certificaci&oacut e;n por una superficie de más de 90.000 hectáreas por distintos miembros de la MCFN, lo cual equivale a más de cuatro veces la superficie de la Ciudad de Buenos Aires” explica el directivo.
Las soluciones basadas en la naturaleza y el cambio climático
El mundo se enfrenta a un tremendo desafío: no sobrepasar los 1,5/2°C de calentamiento global durante el siglo XXI, por las graves consecuencias ambientales, sociales, económicas y climáticas que traerá aparejado este aumento de la temperatura, a menos que se logren reducir profundamente las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de forma urgente. En este contexto, y como fruto de la implementación de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), los mercados de carbono surgen en el mundo como una vía para canalizar financiamiento, principalmente privado, para la acción climática. Es un mecanismo que busca ser complementario y económicamente viable al compromiso asumido por muchos países, empresas e individuos para disminuir las emisiones de gases que contribuyen al efecto invernadero, una de las principales causas del cambio climático que está sufriendo el planeta y con los consecuentes impacto negativos sobre la salud de los seres humanos, su seguridad alimentaria, la actividad económica, el agua y otros recursos naturales.
Los mercados de carbono son sistemas en donde gobiernos, empresas e individuos pueden comprar y vender unidades (créditos), ya sea para respaldar las emisiones de GEI o bien para compensarlas. De esta manera se busca, mediante mecanismos de mercado, generar incentivos para la captación o disminución de emisiones, volviéndolo viable económicamente. “Hoy hay una gran demanda de proyectos de captura y reducción de emisiones por parte de empresas que quieren equilibrar su huella de carbono, especialmente orientada a soluciones basadas en la naturaleza. La oferta de este tipo de proyectos está muy por debajo de la demanda internacional, lo cual se presenta como una oportunidad para atraer inversión en este sector. Esta inversión implica no sólo réditos económicos para los titulares de las tierras sino para los trabajadores necesa rios para el desarrollo y el mantenimiento de estos proyectos y para las comunidades locales, además de los beneficios ambientales locales y globales ya mencionados” comenta Juan Pedro.
Hoy hay una gran demanda de proyectos de captura y reducción de emisiones por parte de empresas que quieren equilibrar su huella de carbono, especialmente orientada a soluciones basadas en la naturaleza (NBS por sus siglas en inglés). La oferta de este tipo de proyectos, los NBS, está muy por debajo de la demanda internacional, lo cual se presenta como una oportunidad para atraer inversión en este sector. Esta inversión implica no sólo réditos económicos para los propietarios o poseedores de las tierras sino para los trabajadores necesarios para el desarrollo y el mantenimiento de estos proyectos, además de los beneficios ambientales locales y globales ya mencionados.
Actualmente, hay más de 11.800 proyectos de captura y reducción de emisiones certificados y registrados bajo estándares internacionales. Sin perjuicio de que tan sólo aproximadamente el 6% de dichos proyectos son del sector de la Agricultura, Bosques y Usos del Suelo (AFOLU, por sus siglas en inglés), el potencial de crecimiento del sector es enorme considerando que en el año 2021 este sector comercializó el 46% de todo el volumen de transacciones del mercado voluntario. La demanda por proyectos de captura y reducción de emisiones certificables y verificables con impacto no sólo en carbono sino en otros servicios ecosistémicos, es evidentemente cada vez mayor.
Este volumen de proyectos está aumentando rápidamente a medida que aumenta la demanda por ellos. El valor de los mercados voluntarios globales de carbono casi se cuadruplicó en 2021 hacia USD 2 mil millones, impulsado por proyectos NBS y un aumento de los precios de mercado.
“En nuestro país, el 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero provienen del cambio de uso de la tierra y la silvicultura, es decir de la pérdida y degradación de los bosques y su uso intensivo”. Es por eso que los bosques son clave en este contexto: brindan importantes funciones de la naturaleza para la sociedad, contribuyen a la seguridad hídrica mediante la regulación del ciclo del agua, mitigan fenómenos extremos de inundaciones y sequías, preservan los suelos contra la erosión y purifican el aire, y son centrales para la biodiversidad y la preservación de flora y fauna. Asimismo, en relación al cambio climático cumplen un destacado rol en la regulación de temperatura y en el almacenamiento de carbono. “Es por ello que, los proyectos de captura o reducción de emisiones de carbono son una oportunidad para generar ingresos económicos a quien, por ejemplo, conserve, haga un uso mejorado o restaure o reforeste bosques. Ante la necesidad de conservar, recuperar nuestros bosques y ecosistemas, este mecanismo se presenta como una alternativa o complemento económico para el sector agroforestal, y de esta manera, una vía para aportar al logro de los compromisos de reducción de emisiones de los países signatarios de la CMNUCC, como lo es Argentina” finaliza Cano.