
La campaña gruesa 2025/26 en Córdoba comienza a delinearse con una segunda estimación de superficies de cultivos estivales que reafirma la tendencia observada en agosto: aumentan las áreas de maíz y girasol, mientras retroceden la soja, el maní y el sorgo, según informó la Bolsa de Cereales de Córdoba.
El maíz recupera el terreno perdido en el ciclo anterior, impulsado por un incremento en las siembras tempranas, favorecidas por la buena humedad del perfil y la menor incidencia de la chicharrita registrada en 2024/25. El girasol, por su parte, consolida el protagonismo alcanzado el año pasado, con una implantación que comenzó a principios de septiembre.
En contrapartida, la soja vuelve a ceder hectáreas, principalmente por el corrimiento hacia maíz y girasol. Sin embargo, crece la proporción de siembras tardías de segunda ocupación, como consecuencia de la amplia superficie triguera implantada durante el invierno.
El maní también reduce su participación, afectado por los bajos precios internacionales, los altos costos de arrendamiento y los excedentes de stock, factores que llevaron a los productores a esperar un mejor escenario hacia 2026. En tanto, el sorgo retoma un rol marginal, perdiendo el terreno ganado en campañas previas, cuando el maíz había retrocedido.
Factores decisivos de la campaña en Córdoba
Las decisiones de los productores cordobeses estuvieron guiadas por dos elementos clave:
- La relación de precios y rentabilidad esperada, que inclinó la balanza a favor del maíz y el girasol.
- El contexto climático, marcado por lluvias invernales muy superiores a los promedios históricos en toda la provincia, especialmente en el sudeste.
Este panorama, junto al retorno a esquemas de rotación más equilibrados tras los desajustes del ciclo anterior, perfila una campaña gruesa con mayor diversificación y un renovado impulso de los cereales en la región.