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La capa de ozono podría reconstituirse hasta 2060, según un estudio de la ONU

La capa de ozono podría verse reconstituida hasta 2060 si siguen aplicándose las regulaciones acordadas, por lo que el calentamiento global se podrá ver reducido en hasta 0,4 grados centígrados para finales de este siglo, según un estudio de la ONU presentado en Quito.

La recuperación de la capa de ozono se está produciendo entorno del 1 al 3 % por década gracias a las acciones ejecutadas, y que el calentamiento global se podrá ver reducido en hasta 0,4 grados centígrados para finales de este siglo, dice un estudio presentado en la trigésima reunión de los países firmantes del Protocolo de Montreal (1987).

Informe del Panel de Evaluación del Protocolo de Montreal

Protocolo de Montreal 2

El copresidente del comité de expertos del Protocolo de Montreal, David Fahey, en la reunión en Quito (Ecuador). EFE/José Jácome

Aunque los expertos advierten de que es imposible saber exactamente cuándo desaparecerán de la atmósfera todas las sustancias nocivas.

En la reunión, que se extenderá hasta el viernes, se presentaron los resultados del informe cuatrienal llevado a cabo por el Panel de Evaluación Científica del acuerdo internacional, que deja entre los expertos un ánimo de optimismo y esperanza.

El copresidente de ese comité de expertos, el científico estadounidense David Fahey, explicó a Efe que el informe se cimenta en tres grandes cuestiones, la primera de ellas informar a los miembros “sobre cómo se encuentra el estado de la capa de ozono y las sustancias que acaban con ella”.

Reducción de los gases hidrofluorocarbonos (HFC)

Según las tasas proyectadas, el hemisferio norte y el ozono de latitud media se recuperarán completamente para la década de 2030, seguidos del hemisferio sur en la década de 2050 y las regiones polares en 2060.

Fahey apuntó que los gases nocivos para el ozono “viven mucho tiempo en la atmósfera desde que son expulsados de máquinas de aire acondicionado y de neveras“, por lo que es necesario “esperar” hasta saber con exactitud si estas sustancias están o no abandonando la atmósfera.

Una advertencia que se verá reforzada a partir del 1 de enero con la aplicación la enmienda de Kigali, aprobada en 2016 y que requiere que los países reduzcan la producción y el consumo proyectados dehidrofluorocarbonos (HFC) en más del 80 % durante los próximos 30 años.

Es “muy importante”, destaca el experto estadounidense, porque esta medida supondrá entrar en “un territorio nuevo para el Protocolo de Montreal”.

Gases clorofluorocarbonos

El segundo aspecto del encuentro de Quito es que el informe presentado hoy trata la situación de los gases clorofluorocarbonos CFC-11, aquellos usados en productos de espuma blanda o aislantes, y que tienen una alta capacidad de destrucción de la atmósfera.

“Hemos descubierto que estos gases no se han reducido en la atmósfera de la manera que esperábamos, es decir, nuevos gases CFC-11 están siendo expulsados“, explicó el experto.

Se espera que en esta reunión, las partes adopten una decisión para poner más adelante esta problemática dentro del acuerdo internacional, de tal manera que se solicite al grupo de científicos “incrementar sus estudios sobre estas moléculas y qué está pasando con ellas en la atmósfera”, dijo Fahey.

Igualmente, se solicitará al Consejo asesor de cuestiones técnicas y económicas que averigüe “de dónde vienen estas emisiones extras” ya que es algo a lo que la comunidad científica no puede llegar.

Reducción de la capa de ozono y calentamiento global

Un tercer aspecto crucial que analiza el informe es cómo afectará la enmienda de Kigali en la reducción del agujero de la capa de ozono y del calentamiento global.

En la inauguración de la reunión, la secretaria técnica de la Secretaría de Ozono de la ONU, Tina Birmpili, aseguró que si las emisiones contaminantes siguen aumentando, “se ralentizará la recuperación de la capa de ozono”, por lo que instó a que se produzcan más investigaciones.

“El éxito en este esfuerzo depende del cumplimiento continuo del Protocolo de Montreal ya que cada acción, aunque sea pequeña, nos permite proteger a la humanidad y al planeta”, arengó.

Fahey adelantó en ese sentido que la comunidad científica presentará unos resultados que arrojan que es posible evitar “un crecimiento de la temperatura global de entre 0,2 y 0,4 grados centígrados” antes del final de siglo, si se adoptan las medidas de la enmienda de Kigali.

El encuentro ha sido convocado por ONU Medio Ambiente y la Organización Meteorológica Mundial (OMM), y cuenta con el apoyo del Gobierno de Ecuador, uno de los 59 países que la han ratificado.

Su máximo representante hoy en el encuentro, el ministro ecuatoriano de Comercio Exterior e Inversiones, Pablo Campana, comentó que la Enmienda servirá “para desarrollar industrias pero siempre protegiendo el medio ambiente”.

“Queremos un mundo limpio de CO2, un futuro limpio para las generaciones venideras, y es por eso que celebramos este evento”, concluyó el responsable ecuatoriano