Agricultura

La chicharrita del maíz se mantuvo con bajo perfil esta campaña, pero su comportamiento sigue siendo incierto

La chicharrita del maíz, según indican en un informe de la red de monitoreo, no generó grandes inconvenientes, pero advierten que ya comienza a ser importante prevenir para la próxima campaña.

Aunque durante esta campaña la chicharrita del maíz no causó mayores inconvenientes, su comportamiento sigue siendo impredecible. Afortunadamente, el trabajo constante de la Red Nacional de trampas de monitoreo de Dalbulus maidis facilita su vigilancia y control, no solo gracias al seguimiento detallado, sino también por las recomendaciones técnicas que proveen los especialistas involucrados en la red.

En su informe número 18, la red monitoreó un total de 391 localidades, distribuidas en distintas regiones del país: 69 en el NOA, 70 en el NEA, 38 en el Litoral, 70 en el Centro Norte y 144 en el Centro Sur.

El informe destacó que el NOA fue la única región agroecológica donde se detectó presencia significativa del insecto vector. En ese territorio, se registró un aumento en los sitios con capturas superiores a 100 adultos por trampa, alcanzando 48 localidades, lo que representa el 70% de los puntos relevados en esa zona.

A pesar de esta presencia, no se emitieron alertas importantes, ya que el 90% de los cultivos de maíz evaluados ya se encontraban en la etapa final de su fase reproductiva (R6). Esto indica que el insecto aún está presente incluso en estadios avanzados del cultivo, pero sin representar un peligro para la producción actual.

Por este motivo, desde la Red se remarcó la importancia de seguir registrando la presencia de adultos del vector, incluso cuando los lotes ya pasaron la etapa crítica o han sido cosechados. Esta información será clave para entender mejor cómo varía la población a lo largo del año y así tomar decisiones más acertadas y bien fundamentadas.

chicharrita

La chicharrita durante el otoño y el invierno

Además, se recordó que en los meses de otoño e invierno los adultos de Dalbulus maidis cambian su coloración: los ejemplares del verano tienen tonos más claros y brillantes, mientras que en épocas frías adquieren colores más oscuros. Este cambio debe tenerse en cuenta para una correcta identificación del insecto según la temporada.

Un factor a considerar actualmente es la aparición de "maíces guachos" en las áreas donde ya se cosechó el maíz de primera. Las condiciones climáticas recientes, con temperaturas y lluvias adecuadas, podrían favorecer el crecimiento de estas plantas voluntarias, que podrían funcionar como hospedantes del vector si no se producen heladas que interrumpan su ciclo.

En resumen, aunque en la campaña 2024/25 los daños por Dalbulus maidis fueron mínimos, esto no implica que el riesgo haya desaparecido. Es necesario comenzar con medidas preventivas pensando en la próxima campaña 2025/26.

“La producción de maíz nos desafía a implementar un Manejo Integrado de Plagas (MIP) más consciente, donde el monitoreo adquiere un rol fundamental para la toma de decisiones estratégicas”, señalaron desde la red.

El enfoque de MIP para controlar a la chicharrita del maíz combina el seguimiento constante y la aplicación de prácticas de control para reducir al mínimo el impacto de las enfermedades que este insecto puede transmitir al cultivo.