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La cosecha de soja frenada y la siembra de trigo retrasada: radiografía de un otoño con exceso hídrico

En el sur de la región núcleo, especialmente en el norte bonaerense, los excesos hídricos complican el inicio de la campaña triguera. En contraste, hacia el norte de la región, los preparativos avanzan sin mayores inconvenientes.

Las últimas precipitaciones en la región núcleo dejaron acumulados que van desde los 100 hasta los 370 milímetros, generando un escenario hídrico complejo en el noreste bonaerense. En algunas localidades, ya se alcanzó entre el 70% y el 95% del total de milímetros previstos para todo el año, lo que agrava la situación de los campos y compromete la cosecha de soja, según el último informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).

“Como consecuencia del comportamiento pluvial de los últimos siete días, la situación hídrica se volvió muy complicada sobre el noreste bonaerense. Ese sector a la fecha ya recibió entre el 70 y el 95% del total de agua de lluvia que acumula en el año", explicó el consultor Elorriaga en el reporte.

Los técnicos advierten que los lotes de soja que recibieron más de 100 milímetros y aún presentan agua en superficie podrían sufrir importantes pérdidas. “Va a haber pérdidas por desgrane y grano manchado”, alertan desde el sector técnico.

En el noroeste de Buenos Aires, con registros de entre 100 y 200 mm, la trilla avanza lentamente. Aunque por ahora no se observan daños graves en los rendimientos, preocupa el retraso: todavía resta cosechar entre un 10 y un 30% de la soja de primera y buena parte de la soja de segunda.

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Un segundo escenario, más favorable, se observa en localidades como Rojas, Wheelwright y Colón. Allí, el drenaje fue más rápido y la cosecha pudo retomarse. “En muchos lotes que recibieron incluso 150 mm, hoy (miércoles 21) estamos cosechando. Nos llama mucho la atención la rapidez con la que drenó el agua”, señalaron desde Wheelwright.

Sin embargo, el panorama más crítico se da en las zonas más planas y bajas, como Arrecifes, Chacabuco y San Antonio de Areco, donde los anegamientos persisten y la incertidumbre domina. “No se sabe cuánto se podrá cosechar ni en qué condiciones”, señalan los técnicos.

En todos los casos, el pedido se repite: es clave que no vuelva a llover. Un nuevo evento pluvial podría comprometer aún más el cierre de campaña y poner en jaque la siembra de trigo.

Mientras la soja lucha contra el agua, la siembra fina también se ve condicionada. En el sur de la región núcleo, especialmente en el norte bonaerense, los excesos hídricos complican el inicio de la campaña triguera. En contraste, hacia el norte de la región, los preparativos avanzan sin mayores inconvenientes.

En Cañada de Gómez, los técnicos destacaron que supieron anticiparse: “Hicimos fertilizaciones previo a las lluvias para asegurar la incorporación de la urea”. Otros decidieron apostar por la estrategia: “Decidimos volear la urea y aprovechar la lluvia. Así evitamos el gasto de la siembra del fertilizante —clave en los planteos de alta tecnología— y abaratamos un poco los costos”.

Mientras en el centro y sur santafesino avanza el trabajo de barbechos, en zonas más afectadas como Rojas, las lluvias arruinaron las aplicaciones previas. “Se lavó todo. En algunos lotes se habían hecho ya aplicaciones de residuales. Un desastre”, lamentaron.

Desde Colón advierten que la siembra podría demorarse porque aún no comenzaron las labores: “No debería volver a llover, porque si no se nos viene todas las labores encima y se va a retrasar la siembra”, coinciden también en Rojas.

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