Un informe de la Bolsa de Cereales y Productos de Bahía Blanca, indicó que “la cosecha fina 2024/25 finalizó en su área de influencia. El ciclo de los cereales de invierno comenzó con un aumento del área sembrada del 8% interanual, contabilizando 2.42 M ha. Este incremento se debió a las adecuadas condiciones de humedad al inicio de las labores, sumado al momentáneo aumento del precio de los granos y la baja de los insumos que incentivaron la siembra tanto de trigo como cebada.”
“La zona norte comenzó la campaña con óptimas condiciones de humedad para la siembra de cereales de invierno, sin embargo, la prolongada falta de precipitaciones durante el ciclo de los cultivos provocó un deficiente macollaje y por ende una merma en el número de espigas por metro cuadrado. Algunos lotes fueron destinados a barbechos para cultivos de gruesa o al uso ganadero. Sobre el final del ciclo, la ocurrencia de lluvias provocó el rebrote de la cebada dificultando la trilla”, sumaron desde la entidad.
Cosecha fina en el centro y sur bonaerense
En este contexto, destacaron que “en la zona centro y sur, las precipitaciones se mantuvieron sobre el promedio o por debajo del mismo durante el desarrollo del cultivo. Sin embargo, la distribución de las lluvias favoreció a los cereales debido a que ocurrieron, en parte, durante la etapa crítica. A finales de octubre, las altas temperaturas constantes (hasta 35°C según la zona) provocaron que los cultivos adelantaran su desarrollo y redujeran su rendimiento potencial. Esta adversidad climática tuvo mayor repercusión sobre las siembras tempranas que presentaban un desarrollo fenológico más adelantado”.
“Los lotes tardíos no se vieron afectados por este evento, beneficiándose con las lluvias de noviembre y logrando mayor rendimiento y calidad”, añadieron.
Por otra parte, informaron que “en el área de La Pampa los cultivos de invierno en ciertos departamentos fueron afectados por un periodo de bajas temperaturas y déficit hídrico que atrasó e impactó en el crecimiento y desarrollo de los mismos, reduciendo su rendimiento potencial.”
“De esta manera, el rendimiento estimado del trigo fue de 3000 kg/ha (+11%)promedio en la región de estudio. En la zona norte, la campaña finaliza con un rinde promedio de 3.100 kg/ha. Si bien representa un aumento del 15% respecto al ciclo pasado, se ubica 500kg/ha por debajo de la media zonal. Asimismo, en la zona centro el rinde medio ronda en 3.200 kg/ha (+7%). En las subzonas de Centro-pampa el rinde promedio fue de 2.100 kg/ha, con una caída del 6% respecto al año anterior. En el centro-oeste, el promedio registrado fue de 3.000 kg/ha, un 12% superior al ciclo pasado y en el centro-este se asentaron 3.800 kg/ha, que representa un aumento del 3%”, agregaron desde la entidad.
“Con respecto a la cebada el rinde estimado fue de 3500 kg/ha (+9%) promedio en la región de estudio. En la zona norte, la campaña finaliza con un rinde promedio de 2.900 kg/ha. Si bien representa un aumento del 16% respecto al ciclo pasado”, manifestaron.
Y remataron: “La campaña finalizó con una producción de 2.60 millones de toneladas en la zona de influencia, un 26% más que el ciclo anterior como consecuencia del aumento de la superficie (+16%) y al mayor rendimiento obtenido (+9%).”