Atravesado por la sequía, el sector agropecuario argentino sufrió una fuerte baja en sus niveles de cosecha en esta campaña, que espera revertir en la próxima, aunque la caída no fue pareja en las distintas provincias.
En el caso de Buenos Aires, y considerando 7 cultivos líderes, la producción se ubicaría en 30,2 millones de toneladas, perdiendo 16,8 millones de toneladas respecto del ciclo 21/22 (-37%), indica un informe del instituto IERAL, de la Fundación Mediterránea.
En Córdoba se terminarían perdiendo 17,1 millones de toneladas (-45%). Santa Fe perdería 11,5 millones de toneladas (desde 20,3 a 8,8 millones), un ajuste del 57%.
Santiago del Estero, en cuarta posición y mejor parada en esta campaña, presentaría un ajuste del 22%.
El valor de los granos producidos en el ciclo 2022/23 en Buenos Aires se aproximaría a US$ 9,2 mil millones, en Córdoba a USD 6,5 mil millones, en Santa Fe US$ 2,9 mil millones y en Santiago del Estero US$ 2,3 mil millones.
Las dos primeras provincias estarían resignando US$ 5,7 mil millones y US$ 5,5 mil millones respectivamente con relación al ciclo 2021/22; Santa Fe US$ 3,7 mil millones, Entre Ríos US$ 1,0 mil millones, Santiago del Estero US$ 0,7 mil millones y La Pampa US$ 0,6 mil millones.
En términos del tamaño de las respectivas economías provinciales, la pérdida de ingresos más alta se da en Córdoba, con una diferencia de valor de mercado de los granos producidos en el ciclo que es equivalente a 10 puntos porcentuales del PIB provincial estimado para el 2022; le sigue La Pampa, con un impacto de 9 puntos del PIB, luego vienen Santa Fe y Santiago del Estero con 7,3 puntos y 5,9 puntos del PIB.
En el caso de Buenos Aires que, si bien se trata de la provincia que presenta la mayor pérdida de ingresos en términos absolutos, la situación se suaviza cuando se analiza en relación al tamaño de su economía. En este segundo indicador, se ubica en la posición N°6 (2,8% del PIB).