
La densidad de la madera, que indica la cantidad de masa contenida en un volumen determinado, es fundamental tanto para su uso industrial como para aspectos ecológicos vitales. Esta propiedad influye en la resistencia, durabilidad y procesamiento de la madera, determinando sus aplicaciones, desde muebles hasta durmientes. A nivel ecológico, afecta la supervivencia de las especies, la producción de biomasa y la capacidad de los ecosistemas para almacenar carbono.
Un estudio global revela patrones de densidad de la madera
Hasta hace poco, las variaciones globales en la densidad de la madera y los factores que las explican eran poco conocidos. Para abordar esta brecha, un equipo internacional de científicos analizó datos de 1.1 millones de parcelas de inventario forestal y 10.703 especies arbóreas de todo el mundo. El INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) contribuyó con información clave de parcelas del bosque andino-patagónico. Este estudio fue publicado recientemente en la revista Nature Ecology & Evolution.

Impacto en la industria y la ecología
Pablo Peri, investigador del INTA Santa Cruz y coautor del estudio, explicó que la densidad de la madera "influye en la resistencia y en la durabilidad y esto determina para qué se usa". Por ejemplo, maderas duras como el quebracho se destinan a durmientes o estructuras, mientras que las más blandas, como los álamos, se usan para papel o muebles livianos.
El estudio reveló que los bosques tropicales tienen una densidad promedio de 0,57 gramos por centímetro cúbico, un 30% superior a la de los bosques boreales (0,46 gramos por centímetro cúbico). Estas diferencias se asocian a los tipos de especies: las gimnospermas (pinos, cipreses), predominantes en zonas frías, tienen una densidad un 20% menor que las latifoliadas de hoja ancha (fresno).
A nivel productivo, esta información es crucial para la selección de especies según el destino de la madera. "La industria necesita conocer la densidad para aprovechar mejor cada tipo de madera. Saber esto también ayuda a definir qué especie plantar o conservar, según el uso que se le dará", destacó Peri.
Mayor precisión en la estimación de carbono
Conocer la densidad de la madera también es vital para calcular la biomasa y la cantidad de carbono que almacenan los árboles. Al cruzar los mapas globales de volumen forestal y densidad, el estudio estimó que los bosques del mundo almacenan 374 gigatoneladas de carbono. De este total, el 53% se encuentra en los troncos, el 24% en las ramas y el 21.7% en las raíces. Peri resaltó que este trabajo proporciona "una cuantificación global del stock de carbono forestal, algo fundamental para los estudios climáticos".
Factores ambientales y adaptaciones evolutivas
La cantidad de masa en la madera está estrechamente relacionada con las condiciones ambientales de crecimiento de los árboles. Variables como la temperatura, la humedad y la disponibilidad de nutrientes en el suelo influyen directamente en esta propiedad. El estudio demostró que la combinación de temperatura media anual y humedad del suelo (conocida como condiciones hidrotermales) es uno de los principales factores que explican las diferencias de densidad a escala global. Esto sugiere que los árboles que crecen en ambientes más cálidos y húmedos tienden a desarrollar maderas más densas, probablemente como resultado de adaptaciones evolutivas para competir y sobrevivir en ecosistemas complejos.