La faena de bovinos aumentó en agosto 4% intermensual y alcanzó a 1,1 millones de cabezas, con una prevalencia de hembras, en un mes que contó con un día más de actividad, según indicó el Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas (ABC), que engloba a las empresas frigoríficas del sector cárnico.
En un comunicado, la entidad precisó que "si se analiza la faena promedio diaria, es evidente que el nivel de actividad está por debajo de lo registrado en los meses de mayo/junio de este año, si bien supera a 2016".
"Con algunas oscilaciones, la faena ha mantenido una tendencia ascendente desde fines de 2016, pero el crecimiento se ha atenuado en los últimos meses, si bien debe resaltarse su curso sostenido", aclaró ABC.
En los primeros ocho meses de 2017 se sacrificaron 8,2 millones de bovinos, un 7% más que en igual lapso del año pasado, y el nivel alcanzado es 3,5% inferior al promedio de la última década. En relación con los registros de mediados de la década del 2000 (9,3 millones de cabezas en promedio), el total sacrificado está aún 12% por debajo.
Al respecto, Mario Ravettino, presidente del Consorcio ABC, expresó que “en los doce meses que corren de septiembre de 2016 a agosto de 2017, la cantidad de animales sacrificados superó ligeramente los 12,3 millones de cabezas, 5% por encima del igual período en 2015/16", y agregó que "todo indicaría que el ejercicio 2017 cerrará con una faena de ese orden y similar a la de 2015”.
La proporción de hembras en el total sacrificado fue 42,8% mayor a la del mes anterior, confirmando una creciente presencia, especialmente de vacas, dentro de la faena nacional.
“Esta composición de la faena constituye un indicador poco promisorio para el sector, tanto por revelar un perfil de la oferta de carnes con menor presencia de novillos que reportan carne de mayor valor, como también porque limitaría la recomposición del rodeo vacuno”, advirtió Ravettino.
“El crecimiento de la oferta se ha reflejado tanto en el mercado local como en la modesta mejora de nuestras exportaciones. En consecuencia, el consumo de carnes bovinas per capita se estimó en 57 kg/habitante /año, manteniendo estables los embarques externos”, concluyó Ravettino.
