Un grupo de mujeres rurales neuquinas viajaron a Buenos Aires para participar de los premios “Lía Encalada”, organizado por “Mujeres Rurales Argentinas” y que reunió a más de 190 mujeres de todo el país. El premio “lleva el nombre de la primera ingeniera agrónoma del país”
Hubo una mención especial para una de las mujeres rurales, su nombre es Marta Claleo, una criancera trashumante del paraje Santo Domingo, en Neuquén. Marta conversó con Rivadavia Agro, donde contó su historia de vida y en qué consiste la trashumancia como forma de vivir.
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La trashumancia se define como un tipo de pastoreo en continuo movimiento, adaptándose en el espacio a zonas de productividad cambiante. “Se vive mejor en la tranquilidad de Neuquén, comienza Marta, quien cuenta que a pesar de estar sobre la ruta 22 y tener mucho turismo en su ciudad “la tranquilidad es otra”.
Marta es criancera y también trabaja en una escuela rural, heredó la profesión como tradición familiar y orgullosa reconoce que su familia la acompaña.
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¿Qué es ser criancera?
“Ser criancera significa mucho”, “Se crían muchos animales, vivimos de animales caprinos, hay ovejas, chivas, tenemos aves -no muchas-, vacas”.
“Como mujeres rurales no es solamente estar en la casa, cuidar animales, hacer trashumancia, es llevar animales a la “veraneada”, subir los animales a la cordillera para que consuman alimento”, cuenta Marta, para quien la actividad la considera un legado familiar.
A fines de diciembre ya se van para la cordillera porque la pastura empieza a bajar y hay mucha sequía por lo que necesitan que los animales sean alimentados. De esta manera, hacen que el animal engorde y esté preparado para afrontar el frío invierno de la zona
“En el lugar donde vivimos tenemos una sequía terrible, entonces subimos los animales a la veranada y estamos tres meses”, cuenta.
“El pasto de cordillera es otro, la pastura es mucho más verde y el agua es dulce”, afirma orgullosa Marta, para quien la distinción por ser mujer rural representa una señal de la labor cumplida.
“Esto hace que los animales engorden, vengan en mejores condiciones, esa gordura que traes de la cordillera hace que cuando venga el frío esté preparado para pasar el invierno”.
Cómo es la travesía
Marta explica que la travesía se hace a caballo, cargando lo necesario para subsistir
“Los que hacemos trashumancia lo hacemos a caballo, estamos siete u ocho días subiendo la montaña, se hace con carga y a caballo”.
Cuenta que viajan junto a su familia porque “no es fácil arrear las vacas, las chivas, los caballos”, reconoce. “La familia siempre acompaña”, afirma.
Salen muy temprano por la mañana para poder aprovechar el fresco de las primeras horas y paran llegando al mediodía para poder almorzar.
“Salimos muy temprano a la mañana y si salimos a las 7 de la mañana tratamos de agarrar la fresca, y paramos al mediodía. No desayunamos, porque los animales no entienden que tenes que desayunar. El trabajo de campo es muy difícil”
Cómo identificar los animales
Los animales están “identificados” para que no se confundan entre las distintas crianceras transhumantes.
“Vos tenés boleto de señal, tenés señalado al animal. La señal es cuando le cortan la oreja, le hacen un martillo en la mueca, nosotros así distinguimos los animales. Es una documentación que tienen todos los animales”.
Dónde duermen
Cuenta que duermen a la orilla de un monte o donde encuentren como lugar alto. También hay refugios que preparó la provincia, que pueden albergarlos.