El asesor CREA, Agustín Giorno, cita rindes promedio de 9.000 kg/ha en secano en Pueblo Italiano, Córdoba, pero también en América y Trenque Lauquen, en el oeste de Buenos Aires. En Coronel Baigorria, Córdoba, donde prácticamente no se siembra trigo, el productor Juan José Boccolini marca el hito de 10.400 kg/ha de promedio bajo riego. En el sudeste bonaerense, el asesor CREA Gastón Therisod destaca repetidos rindes de 6.000 kg/ha. Todo protagonizado por Baguette 620.
La variedad de Nidera Semillas tiene dos grandes virtudes: un alto potencial de rinde y un excelente perfil sanitario. Por su ciclo intermedio corto, en el Sur permite correr la fecha de siembra sin perder rendimiento. Más al Norte muestra aún más todo su esplendor.
Lee también: Nidera realizó una nueva edición de «Campo Líder» en Tandil y mostró el trigo Baguette 820
Juan José Boccolini, es ingeniero biomédico y produce junto a su padre cerca de Río Cuarto, Córdoba, una zona en la que casi no se siembra trigo por el alto riesgo de quedarse sin agua para la soja y el maíz. Es productor mixto y su foco está puesto en producir alimento para abastecer al feedlot. Con el objetivo de tener siempre maíz, el año pasado incorporó riego subterráneo por goteo "para independizarnos del clima y tener más certeza de que íbamos a tener abundante maíz para picar o cosechar en grano. Pero con este esquema era necesario desarrollar un planteo que nos permitiera sacarle todo el jugo al riego. Por eso sumamos al trigo, y elegimos el Baguette 620 por su alto potencial: rindió 104 qq/ha promedio en un lote de 70 hectáreas", relata Boccolini.
El lote ubicado en Baigorria venía de un maíz de alta producción y alta densidad. "Quedó con mucha chala, por eso decidimos sembrar al trigo con una alta densidad de semillas, le pusimos 180 kg/ha. Previo a la siembra le incorporamos urea -200 kg/ha-. Y al mes lo sembramos. Ni bien emergió le voleamos 100 kg/ha más de urea. Al poco tiempo le nevó, y antes de hoja bandera le fertiregamos 200 l/ha de un fertilizante nitrogenado líquido. Después de hoja bandera le aplicamos un fungicida en forma preventiva porque el material estaba impecable. Al compararlo con un ensayo que hicimos sin fungicida, obtuvimos 10 qq/ha de diferencia a favor del tratado con fungicida. Lo sembramos el 1 de junio y lo cosechamos el 15 de diciembre. Recibió 255 mm por riego y 170 mm de lluvia", enumera el productor.
Además del excelente rinde, Boccolini destaca el impecable manejo de malezas que le permitió hacer la incorporación del trigo. A su vez, con riego no solo duplicó el rendimiento del maíz, también triplicó el del trigo, que en la zona puede alcanzar los 30 qq/ha.
Lee también: Nidera Semillas pone la tecnología al alcance del productor
Gastón Therisod es asesor CREA. Su centro de operaciones está a 200 kilómetros a la redonda de Tandil. Cuando se dispone a relatar la foto de la zona separa el Sudeste triguero de la región Mar y Sierras donde, aclara, son más de la cebada. Pero en ambos casos, la novedad destacada de la campaña es el Baguette 620.
"En la región CREA Sudeste se arranca con Baguette 802 a fines de mayo hasta mediados de junio y se termina con Baguette 620 hacia julio-agosto, es el intermedio corto que nos faltaba. Calza perfectamente para quienes tienen bastante superficie y tienen que diversificar variedades. Lo empezamos a ver en experimentación hace tres años y se terminó masificando en esta campaña. El aspecto de la variedad es hermoso, no tiene un porte alto, tiene un excelente tamaño de espiga, y calza muy bien en el orden de variedades de trigo que se hacen por acá", relata Therisod y aclara que en Mar y Sierras se comienza con el Baguette 802, se continúa con cebada y el Baguette 620 entra perfecto a continuación.
En ambos casos, por su alto potencial de rinde y calidad sanitaria, el Baguette 620 ha dado la nota. "En la zona de Tandil, en condiciones de secano, mientras el 802 rindió 6.100 kg/ha, el Baguette 620 obtuvo 6000 kg/ha”, destaca Therisod y aclara que fue una campaña un poco más seca y en el caso de Mar y Sierras, con mucho calor hasta octubre. Para acompañar los altos potenciales se usó un alto nivel tecnológico, con diamónico, urea y fertilizaciones líquidas.
Agustín Giorno es asesor CREA y divide su accionar entre el sudoeste bonaerense y el oeste de Buenos Aires, este de La Pampa y sur de Córdoba. "Para los planteos de máximo potencial del Sudoeste estábamos muy volcados al Baguette 802 y diversificamos con Baguette 620 en siembras más atrasadas –del 5 al 20 de junio- y ambientes de alta productividad. El resultado fue excelente, a la par del 802, con 15 días de atraso en la fecha de siembra”, dice Giorno y destaca que el rango de rindes de esta campaña en la zona va de los 5.500 kg/ha a 8.500 kg/ha con el 620.
"En las situaciones de alto potencial lo que se busca siempre es poner trigos largos y el 802 venía siendo imbatible. Al incorporar 620 vimos que tenía más o menos el mismo potencial de rendimiento pero permitía sembrar un poco más tarde y mejorar la sanidad”, enumera el asesor.
Lee también: Acción Ganadera: una gran apuesta a la capacitación para empleados y administradores del campo
Giorno también trabaja en el Oeste triguero donde la variedad más sembrada esta campaña ha sido el Baguette 620. "Ahí metió un diferencial enorme. El 620 es imbatible en esta región”, enfatiza. El rango de situaciones va entre los 4.000 kg/ha en los lotes con arena hasta los 9.000 kg/ha en los mejores ambientes, en bajos con napas. "Logramos estos rendimientos de 9.000 kg/ha promedio en las localidades bonaerenses de América y Trenque Lauquen, y en Pueblo Italiano, Córdoba”, enumera Giorno y acota: "En muchos casos no esperábamos estos rindes y cuando entró la cosechadora no lo podíamos creer”.
Los altos rindes vinieron acompañados de un planteo tecnológico importante que se fue construyendo paso a paso. "Las lluvias fueron escasas durante el invierno y sobre la segunda mitad de la primavera repuntaron. El 15 de octubre arrancó a llover y empezamos a corregir la parte nutricional. Nos agarró el gran crecimiento del precio de los fertilizantes nitrogenados. Comenzamos corrigiendo con eso y luego con los fertilizantes foliares. Paso a paso se fue construyendo un rendimiento más alto de lo esperado. Usamos franjas de cultivo –donde se pone toda la tecnología- y nos permiten ir comparando. Cuando vemos que el lote se va quedando atrás, vamos corrigiendo. En muchos casos usamos unos 250 kg de urea y una aplicación foliar. Así terminamos con estos rindes, con granos bien pesados", concluye Giorno.