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-EDITORIAL- La necesidad tiene cara de hereje: Dujovne le miró la billetera a Etchevehere

El sector agropecuario vive un momento de suma tensión y no es para menos: es la soga de la que tiran dos Ministros con intereses contrapuestos. Saben los productores más que nadie que el campo, no solo la agricultura o la ganadería de la zona centro sino también...

El sector agropecuario vive un momento de suma tensión y no es para menos: es la soga de la que tiran dos Ministros con intereses contrapuestos.

Saben los productores más que nadie que el campo, no solo la agricultura o la ganadería de la zona centro sino también cada una de las economías regionales, sufre las consecuencias de la política económica de los últimos años: las cuestiones climáticas con sequía y excesos hídricos incluidos. Algunos están muy preocupados porque se respira en el ambiente algo de aquel 25 de Mayo de 2008, cuando en Rosario miles y miles de productores rurales se dieron cita para pelear "por el campo y por la patria". Diez años después hay quienes temen el regreso de un fantasma llamado retenciones, que azotó al campo durante los años kirchneristas. A pesar de las negativas del propio Ministro de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere, sobre la posibilidad de volver a un esquema de impuestos para la exportación de los productos primarios, el gobierno evalúa seriamente la implementación de los mismos a corto plazo.

Por un lado, la necesidad de reducir el déficit pasó a ser muy urgente luego de la corrida cambiaria que dejó al límite las posibilidades económicas del gobierno. La sequía le quitó los dólares al país que el campo iba a aportar a partir de mayo, las LEBACS son una bola de nieve que cada vez es más grande y que toma mayor velocidad mientras el gobierno sigue perdiendo la batalla económica: prueba de eso son el nivel de inflación que no cede, las corridas cambiarias y la necesidad de inmolarse pagando costos políticos tan altos como el retorno al FMI y a la posible confiscación de parte de los ingresos al sector productivo que trae los dólares al país.

Si esto ocurre, será una batalla perdida para la dirigencia rural que llegó al poder en 2015 y más aún para el ex presidente de la Sociedad Rural Argentina, que siempre bregó por la eliminación total de este tipo de tributos y que hoy está al frente del Ministerio de Agroindustria.

Algo queda claro. Nadie puede estar “a favor” de las retenciones. Sin embargo, tal como ocurrió en el pasado, es evidente que son necesarias para el funcionamiento de un país que viene quebrado desde hace décadas.

El kirchnerismo perdió una gran batalla con el campo pero podría haberla ganado si con el dinero que recaudó durante tantos años hubiera al menos bajado la pobreza en el pais.

No lo hizo, el dinero desapareció, se robó y se fue en causas que poco contribuyeron al futuro económico, político y social del país.

Pero la necesidad tiene cara de hereje. Por un lado, Mauricio Macri y Luis Miguel Etchevehere resisten el avance del equipo económico que lidera Nicolas Dujovne. Por el otro, aparecen los más de 1500 millones de dólares que el gobierno podría recaudar en el próximo año si impone un esquema del 10% para las retenciones al trigo y al maíz. Un número nada despreciable si tenemos en cuenta que equivale al 15% de la primera parte del préstamo que llegaría desde el FMI.

No será una batalla fácil. Los productores están en estado de alerta y la Mesa de Enlace, que ya pidió una audiencia con Macri deberá pensar cual será su proceder. Ante esta situación, vale recordar que en 2008 la discusión llevó a los actuales miembros del ejecutivo a dirimir el tema tributos a la exportacion en el congreso. Hoy por hoy esos tributos podrían ser impuestos por quieres los calificaron de ilegales y con un método incorrecto.

¿Por qué imponer retenciones al trigo y al maíz y también frenar la disminución de las vinculadas a la soja ?

Porque podría empezar a dar una mano para atacar otro de los problemas que a priori eran muy simples para Macri cuando estaba afuera del laberinto económico que tiene la Argentina desde hace años, la inflación.

Otra que vuelve a escena es la famosa “Mesa de los Argentinos”. Si el gobierno impone retenciones al maíz y al mismo tiempo mantiene los niveles actuales para la soja, le está dando una mano a algunos sectores de la economía que gravitan dentro del esquema inflacionario que tanto preocupa al gobierno.

En las últimas horas, María Eugenia Vidal, otra de las figuras más importantes de Cambiemos impulsó el combate a los empresarios que “aumentan” de manera desmedida los precios de los alimentos. Una vieja práctica kirchnerista pero con mejores modales, aunque igualmente criticada por el mundo de los negocios.

Pero los precios aumentan, la inflación crece y uno de los grandes problemas que e gobierno de Macri no pudo ni puede resolver. En este sentido, quizá imponer nuevamente las retenciones al maíz le den un respiro a los costos internos de la producción de carne vacuna (Feedlots), porcina y aviar. Eso reduciría los precios del producto en el mercado interno y con algo de voluntad empresaria podría acomodar los preciso de la carne, el pollo y el cerdo en las góndolas.

Por ahora todos son supuestos, intenciones, propuestas y negativas. En eso ha quedado todo después del encuentro que mantuvieron Etchevere y Dujovne en el Ministerio de Economia.

Fuentes extraoficiales aseguran que todo sigue igual, que no habría cambios al esquema actual. Sin embargo, las reuniones entre Ministros están a la orden del día y lamentablemente, muchos saben que cuando el río suena, es porque piedras trae.

Daniel Aprile