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La Niña: siguen los idas y vueltas sobre su intensidad

Es la probabilidad de ocurrencia del fenómeno La Niña, según un organismo internacional. Otros informes dicen que la chance se suavizó.

El Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno de El Niño publicó un informe que le da 70% de probabilidades al desarrollo de condiciones de La Niña en América Latina durante los próximos tres meses.

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El fenómeno meteorológico, que repercute con escasez de lluvias en el sur del hermisterio, podría tener un impacto significativo en las cosechas de la región.

“Por tanto, se recomienda mantener el constante monitoreo de las condiciones ante los potenciales eventos meteorológicos de lluvias intensas y el potencial desarrollo de condiciones más secas en gran parte de Sudamérica”, apuntó el Cifen en un artículo publicado por Reuters.

El reporte del centro con sede en Guayaquil, Ecuador, también señala que para el trimestre julio-septiembre se esperan precipitaciones por encima de lo normal en Centroamérica y parte del norte de Sudamérica.

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Qué dicen otros informes sobre La Niña

Sin embargo, en su informe semanal sobre el relevo de las cosechas, la Bolsa de Comercio de Rosario consideró que las proyecciones para La Niña entre septiembre de 2024 y marzo de 2025 se han suavizado en comparación con las previsiones de dos meses atrás.

En este orden, la BCR destacó los informes de organismos de referencia como NOAA y CPC/IRI que indican una tendencia a la disminución del enfriamiento oceánico, lo que podría moderar los efectos previstos.

El fenómeno El Niño-Oscilación Sur (ENOS) implica variaciones en las temperaturas del océano Pacífico, manifestándose en dos patrones opuestos: El Niño y La Niña, además de una fase Neutra. La Niña se caracteriza por temperaturas anormalmente frías en el Pacífico ecuatorial, asociadas con exceso de lluvias en el norte de Sudamérica y sequías en el sur.

Estos ciclos meteorológicos tienen un impacto crucial en la agricultura global, generando fenómenos como incendios forestales, ciclones tropicales y sequías prolongadas. En América Latina, La Niña ha afectado cultivos esenciales como trigo, soja y maíz, repercutiendo negativamente en las economías.

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