Tanto el aumento en la eficiencia del campo como los cuidados del medio ambiente son dos pilares para Case IH, empresa que actúa desde hace casi 75 años en la producción de cosechadoras de caña. En ese sentido, la marca lanzó este año la máquina A8810, que reduce en hasta 15% el consumo de combustible durante la cosecha. Este equipo es una de las soluciones de la empresa tendientes a terminar con las quemas en las plantaciones de caña, camino a completar cinco años de contribuir a las áreas mecanizadas de São Paulo.
Case IH decidió celebrar estos buenos resultados: “Terminar con las quemas en el sector de la caña de azúcar es un hecho muy importante no sólo para las plantaciones, que se vieron beneficiadas con el aumento de la productividad arrojada por la mecanización, sino también para toda la sociedad, debido a que la reducción en la emisión de gases fue expresiva”, afirmó Roberto Biasotto, gerente de Marketing de Producto de Case IH. “Nos sentimos muy satisfechos por poder contribuir con este propósito al ofrecer máquinas cada vez más eficientes y además calificando directamente a la mano obra de nuestros clientes para volver toda la cadena aun más productiva”, concluyó.
Serie A8810
Con más de siete décadas de actuación en la mecanización de las plantaciones, Case IH ofrece un porfolio completo para el mercado de la caña de azúcar. La marca lanzó este año la cosechadora de caña A8810, una serie que cuenta con modelos de una línea y para doble espaciamiento alternado (A8810DA).
Las cosechadoras A8810DA trabajan con dos líneas y espaciamiento de 0,9 m x 1,5 m. Entre las principales características estructurales y dimensionales del equipo se destacan la apertura frontal del chasis y los divisores de línea, la despuntadora alargada, la caja de corte de base específico y el cabezal de las cintas de 2,4 m. De acuerdo con Biasotto, la cosechadora A8810DA comprende 29 novedades que se introdujeron en las cosechadoras de caña Case IH para una línea.
Menor consumo de combustible
Todas estas mejoras brindan más productividad con menor costo operativo y mejor calidad de cosecha. Una de las novedades es el tanque de combustible, elaborado en material plástico no acoplado al chasis. Con capacidad para 620 litros de diésel, además de poseer más autonomía, elimina el riesgo de corrosión y disminuye las probabilidades de posibles pérdidas.
“La evolución en las máquinas dio como resultado una reducción considerable en el consumo de combustible. En algunas plantaciones, el ahorro es del 15%”, afirmó Biasotto.
Uno de los secretos de la serie A8810 es el Smart Cruise, que administra el funcionamiento del motor y, al asociarse a la curva de potencia optimizada, suministra la reducción en el uso del diésel. Como consecuencia, se presenta una reducción de costos. El Auto Turn, el sistema de accionamiento y desconexión de las funciones de la cosechadora para maniobras, es otra herramienta que reduce el consumo de combustible debido a la configuración de automatización de hasta diez funciones. Esto facilita la operación y simplifica las maniobras de la cosechadora al final de la línea. La máquina también cuenta con el ventilador del sistema de enfriamiento inteligente. Con rotación automática y variable según la temperatura del sistema, asegura una menor demanda del sistema hidráulico para activar el motor de este ventilador. De este modo, presenta menos consumo de combustible, principalmente en los períodos de menor temperatura en el ambiente (noches e invierno).
Las máquinas también incluyen el Autofloat, el sistema que “copia el suelo”, facilitando la operatoria al controlar automáticamente la altura de los divisores de línea según la intensidad de presión contraria ejercida por el suelo. Se puede adaptar para obtener hasta tres niveles de respuesta. “Con esto conseguimos mejorar la calidad de la cosecha en diversas condiciones de campo encontradas, ya que el Autofloat evita que manojos de caña pasen por debajo del divisor de línea y también porque simplifica la operatoria, debido a que el operador ya no tiene necesidad de ajustar el divisor. Además, genera menos desgaste en los componentes al trabajar automáticamente”, explicó Biasotto.
El nuevo paquete de radiadores de la cosechadora posee cajones con tiradores, que permiten el reemplazo independiente de cada componente. Esto hace más fácil el mantenimiento, porque reduce el tiempo total de montaje y desmontaje de seis horas a una hora y media. Así, la cosechadora permanece más tiempo disponible para trabajar. Además, presenta la tecnología Flex Plate, que permite la dilatación de componentes del radiador y aumenta su vida útil.
Para ampliar la visibilidad nocturna, Case IH reemplazó todo el sistema de iluminación halógeno por lámparas LED. Este cambio mejora en unas tres veces el alcance de la iluminación. En la parte frontal de la máquina se insertaron otras dos luces, además de cuatro a cada lado del techo de la cabina. La nueva iluminación también tiene una durabilidad mayor y su alcance es de hasta 24 metros.
Desarrollo continuo
La producción de las cosechadoras de caña de azúcar tiene lugar en la fábrica de Case IH ubicada en la ciudad de Piracicaba (estado de São Paulo). La planta es el centro mundial de la marca para el desarrollo de soluciones para cosecha de caña. En el lugar se desarrollaron las más de cien mejoras que recibieron las cosechadoras desde 2016. “Además de la parte de productos, en los últimos cinco años la empresa entrenó a cerca de 20.000 personas para operar las máquinas en el país, para que el cliente pueda obtener la máxima eficiencia de los equipos”, comentó Biasotto.
Protocolo Agroambiental
Según la Secretaría de Medio Ambiente del Estado de São Paulo, desde el comienzo del Protocolo Agroambiental firmado en el año 2007 se dio en el estado una reducción del 91,5% en el área de cosecha de caña autorizada para quemas, evitando la emisión de más de 9,27 millones de toneladas de CO2eq (equivalente al dióxido de carbono) y de más de 56 millones de toneladas de contaminantes atmosféricos, como el monóxido de carbono.
Además, se modificaron los plazos estipulados por la Ley Estatal n.º 11.241/2002, que estimaban el fin de las quemas de la caña de azúcar para el año 2021 en las áreas mecanizables, y para 2031, en las áreas no mecanizables. En virtud del Protocolo, este plazo se anticipó respectivamente para 2014 y 2017, para los firmantes del acuerdo agroambiental.