La sequía sigue recortando los rendimientos de los cultivos de verano en Argentina y ya se espera que se produzcan 15,5 millones de toneladas menos de maíz y soja respecto de la campaña anterior, aunque se estima que a fin de marzo las condiciones climáticas podrían normalizarse, indicaron hoy especialistas del sector.
"Habrá rendimientos por debajo del promedio de los últimos 5 años, lo que repercutirá en la producción total, en especial si se toma en cuenta que las últimas cuatro campañas fueron buenas en cuanto a clima y altos rendimientos", indicó a Télam el coordinador del Panorama Agrícola Nacional de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), Gonzalo Hermida.
En su último informe semanal, la BCBA recortó otra vez la estimación de producción de soja en 3 millones de toneladas y la ubicó en 44 millones de toneladas, lo que significó una merma de 13,5 millones de toneladas respecto de la campaña anterior y de 10 millones desde su primera proyección de septiembre del año pasado.
Según la entidad bursátil, en las últimas cinco campañas el rendimiento promedio se ubicó entre los 25,6 de la campaña 2012-2013 y 31,9 quintales por hectárea del ciclo 2016-2017.
Aunque todavía no se publicó un número concreto de rinde, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) indicó que la soja de segunda presentaba un rendimiento promedio de 15 quintales por hectárea en la zona núcleo, la principal zona productora del país, que representaría menos de la mitad de lo obtenido en la cosecha anterior.
"Todavía sigue habiendo perdidas cada día que pasa: si no se corta la seca, el panorama empeora; en este momento las situaciones más criticas la tienen el maíz y la soja de segunda", sostuvo la subdirectora de Estudios Económicos del BCR, Patricia Bergero.
Sin embargo, con el 52% del área sembrada con soja, maíz y girasol a nivel nacional en situación de sequía, no todas las regiones del país son afectadas por el déficit hídrico, como el norte argentino, que con las lluvias recibidas a principios de febrero abasteció de humedad sus suelos.
"Hay lugares que no tienen sequía, como el NOA y el NEA, pero hay que prestar atención porque empieza la etapa de llenado de grano y no le puede faltar el agua", comentó Hermida.
Respecto del maíz, la situación parece no del todo perdida y hay expectativas de que la cosecha finalice con las 37 millones de toneladas estimadas por el BCBA, tras sufrir un recorte de 2 millones de toneladas.
"Hay que ver qué pasa con el maíz esta semana, pero no hay previsiones de lluvias; pero todavía hay expectativa con el maíz tardío porque recién ahora transita las etapas de rendimiento, por lo que si llueve podría hacer que se dé la proyección de producción", expresó el especialista de la entidad bursátil porteña.
Sin embargo, el director del Centro de Climatología Aplicada (CCA) y de la Guía Estratégica del Agro de la Bolsa de Comercio de Rosario, José Luis Aiello, sostuvo que el sistema anticiclónico y de alta presión que se está desarrollando en la región "no se a va a mantener"
"Hacia fines de marzo se puede perturbar y pueden desaparecer los sistemas anticiclónicos y normalizar la situación", expresó el Aiello en declaraciones radiales.
El experto indicó que "hay dos factores físicos: el Océano Pacífico inhibe los flujos de humedad en la atmósfera, por lo que se van a producir menos lluvias, y uno de tipo regional".
"Desde hace dos meses hay un sistema de anticiclón y de alta presión, lo que hace que no se generen precipitaciones; cuando hay una Niña (fenómeno climático), los efectos pueden amortiguarse o empeorar por cuestiones regionales y eso nos paso a nosotros", explicó.