Mercado de Granos

La soja frena su comercialización tras la suba de retenciones y anticipan rebote

Los productores apuraron ventas y llevaron el volumen comercializado a niveles muy por encima del promedio para esta época del año.

El mercado de granos atraviesa una etapa de marcada presión bajista, influido por múltiples factores que confluyen para debilitar las cotizaciones a nivel internacional y local.

Qué pasa en el mercado de granos

 “La prima bélica ya fue absorbida por el mercado, y el retroceso del petróleo actúa como un lastre adicional para los precios”, explica Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral.

A principios de junio, el crudo había escalado un 30% como consecuencia de las tensiones en Medio Oriente. Sin embargo, tras los recientes ataques de EE. UU. a instalaciones nucleares en Irán y una posterior convocatoria a tregua, los precios del petróleo se replegaron un 20% y hoy muestran cierta estabilidad. “El riesgo geopolítico persiste, especialmente por el paso del crudo por el estratégico estrecho de Ormuz, aunque históricamente las interrupciones han sido breves”, señala Romano.

En el plano productivo global, también predominan los factores bajistas. “Brasil y Argentina están compitiendo agresivamente por colocar soja en el mercado internacional, mientras que el buen clima en Norteamérica promete una producción abundante de maíz y soja, justo cuando comienza la floración”, indica el especialista.

En el mercado local, todas las miradas están puestas en la soja, afectada por la suba de retenciones que comenzó a regir este 30 de junio. “Esa fecha funcionó como un incentivo similar al de los programas ‘dólar soja’: los productores apuraron ventas y llevaron el volumen comercializado a niveles muy por encima del promedio para esta época del año. Pero ahora, con el nuevo esquema, es probable que las ventas se frenen en seco”, analiza Romano. Esta desaceleración podría, según el experto, dar lugar a un rebote en los precios, tras una caída inicial de hasta 25 dólares por tonelada.

En cuanto al maíz, la presión viene de la mano de la cosecha. “La trilla en Argentina todavía no arrancó con fuerza, pero es inminente. El problema es que muchos productores tienen sus silos ocupados con soja, y las ventas de maíz están muy demoradas”, advierte Romano. Frente a un escenario de precios bajos para la oleaginosa, el maíz podría convertirse en la principal herramienta de financiamiento, ya que tiene menor carga fiscal.

Por su parte, el trigo ofrece un panorama mixto. Las perspectivas productivas son alentadoras y se espera una cosecha superior a los 20 millones de toneladas. Sin embargo, el contexto internacional no acompaña. “La entrada de la cosecha del hemisferio norte y la caída del factor bélico, que afectaba más al trigo que a otros granos, empujan los precios a la baja”, afirma el analista. A eso se suma el remanente de la campaña pasada que aún no fue comercializado. “El único factor que podría dar sostén es su nivel de precios tan deprimido, que podría tentar a los fondos especulativos a tomar posiciones”, agrega.

Finalmente, el mercado ya anticipa con expectativa el próximo informe del USDA, que se conocerá este lunes. Allí se actualizarán los datos de área sembrada y stocks en EE. UU., claves para comprender si el consumo interno está logrando absorber la alta producción. “No hubo grandes trabas climáticas, así que se espera una suba marginal en el área sembrada. Pero el foco estará puesto en los niveles de stock”, concluye Romano.

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