Después de tres años consecutivos de sequía, el pronóstico de una campaña con la presencia de El Niño por ahora no pasa de la esperanza: las lluvias aún no han llegado en magnitud y los perfiles del suelo están con reservas muy bajas para el arranque de la campaña gruesa.
“Las siembras tempranas se están atrasando bastante. Tanto en maíz como en soja están esperando un poco y todos los perfiles del suelo están con bajo nivel hídrico”, remarcó Alfredo Casaretto, analista Comercial de soja en Stine. No obstante, esto no quita que las expectativas de los productores estén puestas en que las precipitaciones finalmente lleguen como se prevé y la temporada pueda mejorar y ser notoriamente mejor al último ciclo.Sobre este punto, Casaretto resaltó que Stine cuenta con variedades de soja para cada zona, ambiente y temperatura, adaptándose a las necesidades de cada productor.
Por ejemplo, citó para el centro sur de Buenos Aires a la variedad ST 33EA52 STS, que tiene un gran potencial genético. “Es un cultivar que permite explorar picos de rinde muy altos”, destacó sobre este cultivar también recomendado para la zona núcleo.
En tanto, para el sur de Córdoba y el oeste de Buenos Aires, la variedad estrella es la ST 47EB32, que cuenta con muy buena plasticidad y potenciales de rendimiento, además de gran versatilidad.
“Es una variedad que, si el año aprieta un poco más, se defiende y puede ser un poco más rústica. Pero si el año acompaña y, hay buenas lluvias y no tanto estrés térmico, también tiene un potencial de rendimiento muy alto”, evaluó.
Más opciones de sojas Stine
Asimismo, en el centro de Córdoba, Stine tiene la ST 45D52 STS, una variedad con un potencial genético muy bueno. “Encontramos un nicho para esta variedad puntual. Por los distintos índices climáticos que tiene Córdoba, se defiende muy bien”, indicó.
Mientras que hacia el norte de Córdoba y el oeste de Buenos Aires, el cultivar ST 47EB32 “es ideal para tener buenos rendimientos en lugares de mayor restricción”, señaló Casaretto.
Del mismo modo, mencionó que en el centro norte de Buenos Aires, en años un poco más restrictivos, la ST 38EB03 es una variedad mucho más rústica y defensiva. Por otro lado, si el año acompaña, las lluvias y el ambiente es más favorable, desde la compañía recomiendan la ST 40EB20 que es de ciclo más largo, pero tiende también a alcanzar techos de rendimiento más altos. Por último, en cuanto a la zona núcleo, Stine lanzó la ST 46EA23, una variedad con un gran potencial de rendimiento, teniendo en cuenta lo que fue performando en las etapas de desarrollo e investigación, en las que logró indicadores muy superiores a los de la competencia.
Rusticidad y plasticidad para estrés hídrico y térmico
Asimismo, teniendo en cuenta que las últimas campañas estuvieron marcadas por altas temperaturas y mucho stress hídrico, Casaretto puntualizó que otra variedad que se acomoda muy bien a estas condiciones es la ST 45EB52 STS, ya que demostró muy buenos rindes a pesar de años secos y con altas temperaturas.
“Está variedad es muy buena, muy bien posicionada en el centro de Córdob, siendo destacada por todos los productores por cómo aguanta ese estrés térmico de altas temperaturas, de poca humedad, que la variedad se ha visto que simplemente no se ve golpeada por el estrés térmico, teniendo muy buen porte, buena estructura, buena arquitectura, la variedad más destacada en cuanto a rusticidad y plasticidad”, adicionó Casaretto.
Bajo este panorama, para el representante de Stine el productor Argentino tiene una amplia paleta de opciones para pensar en la campaña próxima a comenzar, y de esa manera “seguir mejorando tanto en tecnologías como en nuevos manejos”.“Aunque los últimos años no fueron los mejores y el productor no tuvo la mejor rentabilidad dentro de su campo, de a poco fue incorporando la tecnología Enlist, que año a año viene creciendo la penetración en el mercado”, valoró.