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“La tierra quedó estancada y hoy empieza a recuperar valor”: el mercado rural vive un nuevo ciclo

Juan José Madero, vocal de la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales, analiza el repunte en la compraventa de tierras tras años de estancamiento. También explicó cómo el cambio de gobierno, el fin de ciertas restricciones y el regreso de la confianza del inversor impulsaron la reactivación del sector.

Después de más de una década de trabas e incertidumbre, el mercado de compraventa de campos en Argentina parece haber encontrado un nuevo impulso. Así lo explicó Juan José Madero, ex presidente y actual vocal de la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR), al señalar que “se soltó el freno de mano y empezó a reactivarse”.

Según Madero, uno de los principales obstáculos fue el cepo cambiario, que estuvo vigente durante más de 12 años. Esta política limitaba las operaciones en dólares y trababa los procesos de compra y venta. A eso se sumaban otras restricciones e intervenciones del Estado, que hacían que incluso si comprador y vendedor estaban de acuerdo, ejecutar la operación fuera complicado.

 

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“Eso provocó que el valor de la tierra quedara estancado, e incluso bajara”, explicó. Mientras tanto, en otros países (como Estados Unidos, Uruguay o Paraguay) los precios de la tierra fueron subiendo de forma natural, siguiendo la lógica de oferta y demanda. En consecuencia, Argentina quedó muy desfasada respecto al mercado internacional.

Con el cambio de gobierno a fines de 2023, empezó a modificarse el clima de negocios. Según el profesional, hubo una mejora en la confianza del inversor, que ahora ve con mejores ojos poner dinero en tierra, un activo que históricamente se considera seguro y duradero.

“Hubo una expectativa positiva que se convirtió en decisión, el que estaba esperando, empezó a moverse. Invertir en campos implica un esfuerzo económico importante, pero es una de las mejores formas de preservar valor”, señaló.

La reactivación se dio en etapas. Durante 2023  (año electoral) hubo poco movimiento real, aunque sí muchas consultas. Con el inicio del 2024, ya pasada la incertidumbre política, comenzaron las recorridas y las negociaciones concretas. Según Madero, “el verano de este año fue el más activo en mucho tiempo”.

La recuperación también alcanzó a los campos destinados a la ganadería. Aunque históricamente fueron más difíciles de vender, hoy el precio de la tierra en relación al valor de la hacienda es más atractivo. Es decir, invertir en un campo ganadero se ve ahora como una oportunidad viable y rentable.

Según el vocal de CAIR este fenómeno se comporta como una “onda expansiva”. Primero se activan las zonas más valiosas (como la agrícola núcleo) y luego el efecto se va extendiendo lentamente a otras regiones, incluso a aquellas que no son estrictamente agrícolas.

¿Qué pasa con las elecciones?

Frente a la incertidumbre que pueden generar las elecciones legislativas próximas, Madero fue optimista. Señaló que el mercado ya “da por descontado” un resultado favorable para el gobierno, lo que podría mejorar su representación en el Congreso y facilitar la gobernabilidad.

El gobierno hoy tiene escasa presencia en las cámaras. Entonces, cualquier resultado que le sume bancas le va a permitir gestionar con mayor facilidad. No se espera un batacazo, pero sí una mejora. Y el mercado ya está actuando en consecuencia”, afirmó.

Un tema pendiente: la Ley de Tierras

Uno de los puntos que aún genera incertidumbre en el mercado rural es la Ley de Tierras Rurales, vigente desde 2011. Esta norma limita la compra de tierras por parte de extranjeros, fijando un tope del 15% a nivel nacional y restricciones adicionales según la provincia o cercanía a cuerpos de agua. Si bien su objetivo es proteger los recursos estratégicos del país, en los últimos años se realizaron cambios por decreto que dejaron su aplicación en una zona gris.

Según Juan José Madero, la ley está “en un limbo” y necesita ser revisada. La falta de definiciones claras puede desalentar inversiones en un momento en que el sector muestra señales de recuperación. Para el especialista, corregir y actualizar esta normativa sería muy importante para aportar previsibilidad y acompañar el nuevo impulso del mercado.