"El biodiesel producirá ingresos para el país por u$s 1.200 millones", precisó Molina en diálogo con Télam y especificó que, este año, la producción total "superará los 2,5 millones de toneladas".
El directivo se mostró confiado en ampliar esa producción al señalar que se logró "con el uso del 55 por ciento de la capacidad instalada en todo el país. Todavía hay mucho margen para crecer y mejorar en la actividad".
"Durante el 2016, la producción de biodiesel terminará siendo superior a los 2,5 millones de toneladas, con un consumo en el mercado local cercano a un millón y exportaciones por 1,5 millones, destinadas fundamentalmente al mercado norteamericano", especificó Molina.
También el director de la Cámara de Empresas Pymes Regionales Elaboradores de Biocombustibles (Cepreb), Francisco Jáuregui, ratificó los resultados económicos previstos, aunque aclaró que las mayores ganancias del sector se orientaron hacia los grandes productores "beneficiarios directos por las exportaciones".
Jáuregui puso énfasis en aclarar que "en Argentina, hay dos sectores bien diferenciados que coexisten: los grandes productores, que se dedican al segmento exportador, y las pymes, que se dedican pura y exclusivamente al mercado interno".
En declaraciones a Télam, Jáuregui reclamó al gobierno nacional "la misma atención para este sector, que la que reciben la energía eólica o solar. Hay que hacerle un lugar al biodiesel con beneficios como tasas subsidiadas y créditos blandos", planteó el titular de la Cepreb.
Al comparar la gestión del gobierno anterior con el actual, el dirigente situación remarcó que "ahora, las reglas son otras; hay un diálogo mucho más fluido, lo cual genera previsibilidad para la producción", aunque consideró que "todavía hay incertidumbre en relación con la situación macroeconómica" que atraviesa el país.
"Es importante hacer hincapié en que estamos acá ante una energía renovable, con una inversión hecha, capacidad instalada de inmediata ejecución, un sector que fomenta las economías regionales y que genera más de 3500 puestos de trabajo directos", sostuvo.
Jáuregui recordó que "el sector no transita un camino pacífico desde 2012, a partir de la nacionalización de YPF, ya que allí empezó el caos de la seguridad jurídica y la imprevisibilidad para el productor".
Por su parte, Federico Pucciarello, director de El Albardón, una pyme santafesina que produce biodiesel, remarcó la importancia del sector al señalar que "tenemos una capacidad bioproductora gigante en comparación con otros países", al tiempo que ponderó el diálogo con el Gobierno nacional "para llegar a un marco de previsibilidad".
Aún así, se quejó por la decisión de la Nación de "no respetar la fórmula para fijar el precio. Ahora -especificó- quieren ligar los biocombustibles al valor del crudo. Si las petroleras no pueden incrementar el precio del gasoil o la nafta, entonces, el biodiesel tampoco aumentará", proyectó.
"La diferencia -especificó a Télam- es que las petroleras reciben un subsidio al barril, mientras que el aceite de soja tiene un precio flexible, que depende del Mercado de Chicago, es decir, fluctúa, sube y baja".