Clima

Las lluvias en la zona núcleo dejaron el 83 % los suelos saturados y hablan de un "cisne negro"

los perfiles ya venían saturados y las últimas precipitaciones agravaron los anegamientos: “Hay muchos lotes nuevos anegados y comprometidos".

Las precipitaciones de agosto cambiaron el escenario en la región núcleo y dejaron grandes oportunidades, pero también fuertes riesgos. Según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), el 83 % de la zona terminó el mes con suelos saturados.

De oeste a este, los promedios históricos marcan apenas entre 10 y 50 mm en junio, 5 a 25 mm en julio y 10 a 40 mm en agosto. El aporte de otoño y las lluvias de primavera suelen “llenar el tanque” de los perfiles para llegar con reservas al verano, cuando el maíz y la soja demandan mayor agua.

“Pero ahora, con suelos saturados en el primer metro y en profundidad, comienzan los meses más lluviosos del año. Téngase en cuenta que, de oeste a este, hay un promedio de 30 a 75 mm en septiembre y, luego, en octubre, noviembre y diciembre las medias superan los 100 mm”, advirtió la BCR.

El contexto internacional también suma incertidumbre: con un Pacífico en neutralidad y un Atlántico caliente, podría llegar todavía más humedad. Esto abre riesgos como la imposibilidad de concretar la siembra temprana de maíz, complicaciones para ingresar a los lotes de trigo y pérdidas de nitrógeno por lavado. También se teme que aumenten las áreas de trigo afectadas por anegamientos y que se retrase la cosecha de fina.

En el oeste, las lluvias fueron menos intensas y los suelos mostraron una rápida capacidad de drenaje. “No queda casi agua, solo en las zonas bajas hay encharcamientos y signos de arrastre de rastrojo, pero el agua prácticamente desapareció, incluso en localidades que recibieron los mayores acumulados como Cruz Alta”, relataron en Corral de Bustos.

En el este, en cambio, los perfiles ya venían saturados y las últimas precipitaciones agravaron los anegamientos. “Hay muchos lotes nuevos anegados y comprometidos. Los perfiles ya estaban recargados: dependemos de la evaporación”, señalaron desde Carlos Pellegrini.

La situación más crítica se observa hacia Junín y el sur bonaerense. “Esperábamos 20 mm, que no hubieran cambiado demasiado el panorama, pero con 80 o 90 mm la situación se ha vuelto muy compleja”, advirtieron los técnicos. “Ya no queda lugar para que escurra o infiltre. En trigo se suman nuevas áreas de anegamientos, que es posible que se pierdan. Respecto al maíz, no se descarta que parte de la superficie deba reprogramarse hacia maíz tardío o incluso pasar a soja”.

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El maíz, en pausa

La siembra de maíz temprano debía comenzar esta semana, pero los excesos de agua la frenaron. En la región estiman que habrá que esperar entre 5 y 10 días, al menos, para volver a entrar a los lotes.

En Aldao hablan de “al menos 10 días” de demora, mientras que en Bigand confían en poder retomar hacia mediados de septiembre. En el sudeste de Córdoba preocupa perder la ventana óptima si septiembre llega con más lluvias, aunque se planifican esquemas divididos para aprovechar los bajos más adelante.

En el norte bonaerense, la incertidumbre es mayor: “no se descarta reprogramar parte del área hacia maíz tardío o soja”, admiten los técnicos en Junín.