En diálogo con Palabra de Campo -por Radio 10- el analista político y columnista Sebastián Dumont habla acerca de las elecciones primarias o PASO (Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias).
Con las listas cerradas y los frentes electorales ya confirmados, las novedades vendrán por los cambios que hagan los mismos en los próximos meses. Una herramienta para eso serán las elecciones que se harán el 11 de agosto de este año.
Las mismas costarán a la Argentina unos 4.500 millones de pesos, poco más de unos 100 millones de dólares. Y en esta ocasión, no hay elecciones internas, por lo que no definirá candidaturas.
Pero lo que las destacará es que sí funcionarán como “filtro”, porque sólo llegarán a las elecciones de octubre aquellos partidos que superen el 1,5% de los votos. Esto, de todas maneras, ha generado todo un replanteo acerca de su necesidad e importancia.
Es que, como mencionó, salvo contadas excepciones, suelen darse sin competencia interna para los cargos más importantes. Sin embargo, Sebastián Dumont remarca que las PASO podrán servir este año en muchos municipios donde los acuerdos costaron un poco más que a nivel nacional.
En muchos lugares, las primarias terminan siendo el factor que permite modificar acciones, estrategias, sobre todo en aquellos lugares donde no hay segunda vuelta. Por ejemplo -dice-, María Eugenia Vidal podrá ver si le sirve más o menos el corte de boleta.
Lo mismo harán los municipios, que pasarán esta prueba del 11 de agosto y podrán -si ven una situación complicada- ponerse a trabajar en lo que el especialista denominó “el voto delivery”, que consta de adaptar sus características y propuestas a lo que votó el elector.
Así, es que puede concluir que los oficialismos “reniegan” para afuera sobre los costos de esta elección, pero “no sé qué tan convencidos están de eliminarlas, porque es políticamente correcto en un país con tantos problemas económicos renegar de algo que cuesta 4.500 millones de pesos, pero siguen siendo útiles”.