Agricultura

Los excesos de agua ahora amenazan la siembra triguera

En la zona núcleo empieza a haber preocupación por no poder cumplir con los planes de siembra. El barro vuelve a interponerse entre las sembradoras, y a pesar del viento frío y seco, no se puede avanzar según lo planeado. De acuerdo al informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, unas 455...

En la zona núcleo empieza a haber preocupación por no poder cumplir con los planes de siembra. El barro vuelve a interponerse entre las sembradoras, y a pesar del viento frío y seco, no se puede avanzar según lo planeado.

De acuerdo al informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, unas 455 mil hectáreas ya se encuentran sembradas de las 1,3 millones, pero para llegar en fecha con los ciclos largos en ésta semana se tendría que haber avanzado mucho más.

Es muy heterogéneo el progreso. El centro-sur de Santa Fe y el sudeste de Córdoba llevan casi la mitad del área implantada, pero en el norte de Buenos Aires, los inconvenientes son enormes por las malas condiciones de piso. La semana que pasó se mostró más optimista para el trigo; la ausencia de lluvias permitió empezar a trabajar en algunos lotes de Buenos Aires.

Se está haciendo una gran apuesta por el cultivo y no hay margen para fallar tras el fracaso de la campaña de verano. Por eso, la fertilización será clave en ésta campaña. Hay una fuerte necesidad de obtener altos rindes. Ésta no es una campaña más, esta vez hay mucho más en juego.

Muchos productores se juegan la continuidad en el negocio en este ciclo triguero. Pero saben que vale la apuesta, si el trigo cumple, podrán dejar atrás el bache en el que los ha metido la sequía.

En mayo debería llover entre 30 a 60 mm en la región en la zona núcleo, indican las medias históricas. Pero las lluvias del último mes superaron entre 3 y 6 veces esos valores. En el noreste bonaerense, los registros estuvieron por encima de los 300 mm en todo el mes. Ramallo acumuló unos 330 mm, Rojas 341 mm y Baradero 303 mm. El este cordobés recibió los menores acumulados, a excepción de los alrededores de Monte Buey. Allí se midieron más de 200 mm, superando casi 6 veces los 30 a 40 mm de promedio histórico mensual