La Unión Industrial Argentina (UIA) realizó un relevamiento a más 550 empresas, que indicó mayores tensiones en el entramado productivo.
Las empresas encuestadas expresaron que se agudizaron las dificultades para sostener los niveles de producción, mientras que en las restantes variables relevadas (ventas, exportaciones, empleo e inversiones) predominaron las empresas con caídas por sobre las que registraron subas.
En la proyección de actividad hacia el futuro, advierten una baja de la actividad, explicado por imposibilidad de acceder a insumos críticos para la producción, aumento de la deuda comercial y una creciente tensión en la relación con los proveedores.
El último relevamiento del año indicó que se agudizaron las dificultades para sostener la producción.
Se registraron niveles más bajos en las distintas variables de producción, ventas, exportaciones, empleo e inversiones.
El Monitor de Desempeño Industrial (MDI), que adelanta el ciclo de actividad industrial, volvió a encontrarse por debajo de 50 por sexta vez consecutiva y tocó un nuevo mínimo en la serie, reflejando la complejidad que atraviesa el tejido productivo sobre el cierre del año.
Se mantuvieron las dificultades en la gestión y sobre todo en los pagos de SIRA y SIRASE para la importación de bienes y servicios necesarios para la producción, situación que tensionó la cadena de proveedores, la disponibilidad de insumos y derivó en un aumento de la deuda comercial.
Sobre la deuda comercial, la necuesta arrojó que hay cada vez más empresas con deuda comercial. El 81% de las empresas que importan bienes e insumos reportó que actualmente posee deuda, cuando en diciembre de 2021 solo el 35% poseía y en diciembre de 2019 el 29%. Además la diferencia entre empresas que ya tenían deuda y las empresas con deuda actual es mayor cuando solo se observan las PyMES.
No solo aumentó la cantidad de empresas con deuda, sino que también creció el monto de las mismas llegando a representar en promedio 4 meses y medio de importaciones.
En un entorno de deterioro de los indicadores, las empresas consideraron que la situación económica actual está peor que hace un año y las expectativas para el próximo año mostraron un retroceso adicional, luego de la mejora que se había visto a mitad de año.