El USDA recortó la estimación de producción de la última cosecha de soja de ese país en 900.000 toneladas y la ubicó en 120,5 millones de toneladas por una disminución en los rendimientos, al mismo tiempo que disminuyó los stocks trimestrales e incrementó los stocks totales por debajo de lo esperado por el mercado.
Según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), los operadores de la plaza bursátil estadounidense "no esperaban ningún cambio" respecto a la estimación de producción de la oleaginosa.
En lo que respecta a las exportaciones estadounidenses, el USDA proyectó una reducción en casi dos millones de toneladas y un aumento de 272.000 toneladas en los cálculos para el crushing (molienda), que provocó un aumento en los stocks a 12,79 millones de toneladas para el final de la campaña 2017/18, por debajo de lo esperado por el mercado.
Da la misma manera fueron elevados las existencias trimestrales, que se situaron en 85,9 millones de toneladas, por debajo de los 86,6 millones previstos por los operadores.
La disminución en las exportaciones "puede deberse a la feroz competencia que tiene Estados Unidos con Brasil respecto de la colocación de los excedentes de exportación hacia China", explicaron desde la entidad.
Por su parte, la cosecha argentina se redujo en un millón de toneladas hasta las 56 millones de toneladas, mientras que la trilla brasileña fue incrementada dos millones de toneladas, que la posicionó en los 110 millones.
Todos los factores citados permitieron a la oleaginosa cortar una semana entera de bajas para crecer en el contrato de marzo, que es el que más volumen de negociaciones concentra, casi US$ 4 para ubicarse en los US$ 352,9 por tonelada.
Diferente fue la cuestión para los cereales, ya que los datos publicados por el USDA impregnaron una tendencia bajista en los valores.
En lo que respecta al trigo, el recorte realizado por el departamento se encontró por debajo de lo esperado por el sector privado.
Según la corredora de granos Granar, el mercado previó un baja en las proyecciones de siembra en el país del norte de 560.000 hectáreas, mientras que el USDA solo lo hizo por 30.000 hectáreas para situarla en las 13,2 millones.
Para el trigo duro de invierno las estimaciones son de 9,3 millones de hectáreas, mientras que de 2,4 millones de hectáreas sería la siembra de trigo rojo blando y 1,4 millones de hectáreas de trigo blando blanco.
Respecto de la Argentina, el calculo de producción quedó estable en 17,5 millones de toneladas respecto del mes pasado.
Las consecuencias fueron que la cotización cayera en Chicago US$ 4,7 y se situará en los US$ 154,5 por tonelada.
Por último, el departamento revisó al alza los stocks finales de maíz 2017/18 al alza en casi un millón de toneladas, para ubicarlos en 62,92 millones de toneladas, mientras que el mercado esperaba una reducción hasta los 61,75 millones de toneladas.
