Internacional

Los números del boom del agro en Brasil

El superávit de cuenta corriente de Brasil alcanzó en mayo a U$S 2.884 millones, el mayor nivel en dos décadas; y fue consecuencia de un superávit comercial de U$S 7.419 millones en igual periodo. Esto implica un acumulado de U$S 27.973 millones en los primeros 5 meses del...

El superávit de cuenta corriente de Brasil alcanzó en mayo a U$S 2.884 millones, el mayor nivel en dos décadas; y fue consecuencia de un superávit comercial de U$S 7.419 millones en igual periodo. Esto implica un acumulado de U$S 27.973 millones en los primeros 5 meses del año, un récord histórico en esta etapa.

Este logro es responsabilidad de la extraordinaria producción agroalimentaria brasileña de los últimos 12 meses, que ha trepado a 233,1 millones de toneladas de granos, un aumento de 26,2% respecto al año pasado (también récord histórico).

La cosecha de este año está constituida por 48,4 millones de toneladas de maíz, con una expansión del área sembrada de 6,5% (60,8 millones de hectáreas). Solo tres productos la integran: maíz, soja y arroz (los tres cubren 93,7 % del total).

Esto significa que el PBI agroalimentario ha aumentado este año 13%, y se ha convertido en el principal factor de recuperación de la economía brasileña, que se expandió 1% anual en el primer trimestre de 2017, tras 3 años de recesión en los que se contrajo un 9,5%, precedidos por 6 años de estancamiento. Es el mayor periodo de contracción de la historia brasileña de los últimos 70 años.

La soja lidera el boom agroalimentario, con un récord de 113,9 millones de toneladas (un crecimiento del 18,5% respecto a 2016), sembradas en un área de 33,9 millones de hectáreas, con un rendimiento de 3.367 kilos por hectárea. La producción de maíz alcanzará este año a 97 millones de toneladas (un aumento de 52,3%), sembrada en 63,6 millones de hectáreas.

Por eso los productores brasileños compraron más de 7.900 tractores de última generación en el primer trimestre del año, utilizando líneas especiales de créditos otorgadas por el Banco Nacional de Desarrollo (BNDS) de U$S 1.580 millones, que se duplicarían al concluir 2017.

El gobierno de Michel Temer le ha otorgado a los productores agrícolas créditos por U$S 59.453 millones destinados al financiamiento del ciclo 2017/2018, con tasas de interés muy inferiores a las del mercado, notoriamente subsidiadas.

No solo el agro impulsa la recuperación brasileña. Hay que sumarle el notable respaldo de la inversión extranjera (IED), que ascendería este año a U$S 89.700 millones (4,5% del PBI).

En los últimos 6 años de profunda crisis económica y política, la inversión extranjera directa que Brasil recibió nunca fue inferior a U$S 65.000 millones cada 12 meses. En estas condiciones, Brasil es el tercer país del mundo en materia de atracción de IED después de Estados Unidos y China. Las empresas trasnacionales (ETNs) jamás han dudado de la potencialidad brasileña.

ONU sostiene que la producción agroalimentaria brasileña está solo a 40% de su potencial; y aún así es el principal productor mundial de soja, por encima de EE.UU., y el primer exportador global de carnes. Esto sucede cuando el comercio internacional de commodities agrícolas se apresta a aumentar 140% entre 2015 y 2030, en la estimación de FAO / OCDE.

ETIQUETAS