Lamentablemente en esta época proliferan las ofertas de plantines y otro tipo de productos de dudosa procedencia para ser revendidos en puestos ubicados en zonas de alto tránsito, con costos llamativamente inferiores a los de mercado.
Esto es posible porque en la mayoría de los casos se trata de mercadería robada que genera un impacto económico importante en quienes trabajan todo el año para la obtención de estos productos. Además, ponen en riesgo la salubridad de los consumidores al no haber seguido los ciclos y controles que sí respetan los productores encuadrados en las normas.
Si entre todos, sampedrinos y turistas, respaldamos a quienes trabajan legalmente, podremos seguir fortaleciendo al sector que representa un actor fundamental en la economía regional.