Luego de varios años de silencio, los gobiernos de la Nación y de la Ciudad de Buenos Aires reactivaron las negociaciones para trasladar el histórico Mercado de Liniers desde las 34 hectáreas que ocupa desde 1889 en el barrio de Mataderos.
Fuentes oficiales y privadas confirmaron a Télam las conversaciones con la concesionaria del mercado, que quedaron plasmadas en un preacuerdo firmado a fines de diciembre.
La reactivación de este proyecto se vio favorecida por el hecho de que el frente Cambiemos gobierna por primera vez en simultáneo las tres jurisdicciones que están involucradas en la mudanza.
La Provincia de Buenos Aires también forma parte de la negociación, pues la radicación del mercado de hacienda se planea hacia territorio bonaerense.
Uno de los lugares tentativos es un lote ofrecido por la Corporación del Mercado Central de Buenos Aires, cuya administración es tripartita, pero el lugar definitivo todavía es materia de estudio.
Hasta el momento, según las fuentes consultadas por Télam, la única decisión tomada es impulsar un proyecto para dar cumplimiento a la vieja Ley 622, sancionada en 2001 por la Legislatura porteña.
Esa ley establece la prohibición del ingreso de ganado bovino en pie a la ciudad de Buenos Aires, pero fue prorrogada en varias ocasiones.
En rigor, a lo largo de 2016 ingresaron 1.213.407 cabezas al predio de Mataderos, cerca del 10% de todos los bovinos que se faenaron en la Argentina. El predio recibe unos 2.700 camiones cada mes.
Los terrenos que ocupa el viejo Mercado, colmados de corrales que se despliegan tras una recova que fue declarada Monumento Histórico Nacional, siguen siendo propiedad del gobierno nacional. Pero durante la década de los noventa su administración fue cedido a una sociedad anónima conformada por todas las casas consignatarias que operan en dicho lugar.
Hace unos años, esta concesionaria había adquirido un terreno en el partido bonaerense de San Vicente, que todavía conserva, pero la mudanza hacia ese lugar quedó descartada debido a que en los lotes linderos ya se construyeron varios countries o barrios cerrados.
Frente a esta circunstancia, unas de las opciones analizadas fue mudar las operaciones del Mercado de Liniers a terrenos cercanos a los actuales, a Tapiales, dentro de las 540 hectáreas que son parte del Mercado Central. Las actividades frutihortícolas que se realizan allí apenas ocupan en la actualidad unas 40 hectáreas y, aunque el anterior gobierno promovió la concesión de tierras a muchos emprendimientos privados, todavía queda bastante superficie disponible.
De todos modos, se duda bastante de la calidad de esos terrenos, por eso se analizan alternativas, como una oferta del Partido de Ezeiza de albergar en su territorio al nuevo mercado ganadero.
Las negociaciones hasta el momento han tenido a varios protagonistas. El acta firmada en diciembre fue impulsada por el secretario de Agricultura, Ricardo "Ricky" Negri, ya que el Ministerio de Agroindustria lleva la voz cantante en la concesión y es dueño de los terrenos.
Por la ciudad de Buenos Aires interviene directamente el ministro de Gobierno, Bruno Screnci Silva. Su jefe, Horacio Rodríguez Larreta, quiere avanzar en la mudanza lo más rápido posible, para incorporra esa zona de Mataderos en los planes actuales de desarrollo urbano.
Desde Agroindustria se llegó a proponer la posibilidad de que Liniers desaparezca como mercado concentrador físico y replique experiencias de mercados electrónicos de hacienda, como el Rosgan de Rosario.
Pero las casas consignatarias capitaneados por Roberto Arancedo, el presidente de Mercado de Liniers SA, se negaron de plano a esa posibilidad. No lo hicieron solamente para preservar una tradición sino también para mantener las fuentes de trabajo. Se estiman que cerca de 2.000 personas dependen directa o indirectamente del viejo mercado.