Temer arribará alrededor de las 10, al sector militar del aeroparque Jorge Newbery, a bordo del avión presidencial, un Airbus A-319, acompañado por el canciller José Serra; los ministros de Desarrollo, Industria y Comercio, Marcos Pereira; de Defensa, Raúl Jungmann y otras autoridades.
Allí será recibido por la ministra de Relaciones Exteriores, Susana Malcorra; el embajador de Brasil acreditado ante nuestro país, Sergio Danese, entre otras autoridades y efectivos militares rendirá los honores correspondientes al presidente Temer.
Macri tras una audiencia con su par le ofrecerá un almuerzo en el comedor de la residencia de Olivos donde tienen previsto pasar revista a temas relevantes de la agenda bilateral, destacándose iniciativas de seguridad y desarrollo a la línea de frontera de 1235 kilómetros de ríos y canales y más de 25 kilómetros por las cuencas hidrográficas, así como efectuar procedimientos comunes y complementarios en pro del beneficio de los pobladores de dichas zonas.
Luego en esta primera reunión bilateral será el turno de los temas regionales y multilaterales como "el fortalecimiento económico y comercial del Mercosur y las relaciones externas del bloque". Para Brasil el principal destino de las exportaciones argentinas y el comercio bilateral sumó en 2015, 23.000 millones de dólares, mientras que este año el acumulado llegó a los 14.000 millones de dólares y se subraya que nuestro país es hoy el tercer socio comercial de Brasil, detrás de Estados Unidos y China.
Se acotó que la visita ocurre en el ámbito de la celebración de los 30 años de los acuerdos de integración y amistad firmados en 1986 por los presidentes Raúl Alfonsín y José Sarney, en el inicio de la vuelta de la democracia en ambos países.
Se descuenta que en la agenda de temas a tratar entre ambos presidentes se incluyan la situación interna de Venezuela y la dinamización del Mercosur, especialmente a través de los tratados comerciales con otros bloques (como la Unión Europea), que ahora ambas diplomacias ven con beneplácito.
La llegada de Temer es vista desde el vecino país como el inicio de una re formulación de la relación bilateral pero sobre todo del Mercosur, al que el gobierno de Brasilia busca imprimirle mayor flexibilización para firmar acuerdos con otros países o regiones, ya que según el canciller Serra admitió recientemente que el Mercosur "es importante pero debe ser rediscutido, no para eliminarlo, sino para universalizar las relaciones con otros países".