El presupuesto del próximo año para la provincia de Buenos Aires prevé un aumento cercano al 40% en las valuaciones fiscales de los campos. Con un nivel de inflación que se estima, según estadísticas oficiales, en alrededor del 17%, los productores ya comenzaron a alzar la voz con la intención de reducir la presión fiscal.
Desde la Federación Agraria Argentina (FAA) señalaron que realizarán protestas si prosperan los aumentos. Luis García, referente de FAA de Tandil, afirmó en declaraciones radiales que "deben advertir que un incremento del 30% para el año entrante significaría que muchos de los productores vayamos hasta el frente de la Municipalidad pero no para protestar, sino para que nos de un puesto". Y agregó que "la clase política no comprendió que la presión tributaria está excedida: tienen que agudizar el ingenio, porque siempre optan por lo más sencillo, que es seguir metiéndole la mano al contribuyente", expresó García.
Según datos de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), el impuesto inmobiliario rural recaudó este año $ 3059 millones, y en 2017 generaría ingresos para la provincia por $ 4269 millones. Desde esta entidad, su presidente, Matías de Velazco, manifestó que "el tema pendiente del Estado nacional es la falta de competitividad que tiene el campo: tenemos costos que son insostenibles, y parte de ello son los impuestos".
El dirigente, en diálogo con Radio Colonia que levantó la agencia DyN, consideró que los productores de la provincia no están siendo competitivos y que entre ellos existe una visión cauta a la hora de invertir. Graficó que en el caso del trigo se nota un incremento en el área de siembra, por la quita de retenciones y trabas comerciales aunque "un trigo entre $ 2100 y $ 2300 no cierra" para la producción. "Un cambio que no se terminó de producir fue en la lechería, donde no se hicieron las correcciones que hacen falta en la cadena comercial, donde hay abusos y vicios que estaban en la etapa kirchnerista", afirmó.
Otro punto fue el costo del financiamiento: "Tomar créditos para capital de trabajo resulta carísimo y aunque hay préstamos en dólares, con tasas del 5% anual, muchos los eluden para no correr el riesgo que implica sumar esta deuda a la cartera de negocios", afirmó.