Las mariposas pueden visitar hasta 40 mil flores en su vida, lo que representa un servicio ecosistémico fundamental para el ambiente, ya que son polinizadoras que multiplican la biodiversidad.
El Jardín Botánico del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) Castelar (Buenos Aires) creó un sendero para la observación y monitoreo de las mariposas.
Con el objetivo de observar y monitorear su rol en los ecosistemas y los servicios que prestan como disparadores de la temática de conservación de la biodiversidad, se creó el sendero de atracción de mariposas.
El sendero cuenta con más de 120 especies de plantas con flores de 10 familias botánicas diferentes como Euryops, Lantanas, Glandularias, Zinnias, Cosmos y Salvias, a fin de proveer de alimento a las mariposas en estado adulto–a partir del néctar de sus flores.
Además tiene más de 80 plantas hospederas, en su mayoría nativas, de los géneros Passiflora, Aristolochia, Asclepia, y Eupatorium, entre otros.