Los rendimientos de la cosecha de soja en el centro y el norte de Santa Fe se incrementaron levemente esta semana pero "sin una incidencia significativa para marcar una variación de los rendimientos promedio", por lo que se mantiene la estimación de un rinde promedio 17% menor respecto de la campaña anterior.
En los departamentos del norte del área de estudio los rendimientos promedio obtenidos fluctuaron entre 10 y 25 quintales por hectárea; en los departamentos del centro entre 20 y 37 quintales, con lotes puntuales de entre 40 y 55; en tanto en los departamentos del sur oscilaron entre 38 y 47 quintales, con lotes puntuales de hasta 60 quintales.
Se estima una reducción de 17% en el rendimiento promedio del área, entre 29 y 29,5 quintales por hectárea, con una merma de alrededor de 6 quintales comparando con las cifras de la campaña anterior, que fue de 35,5 quintales por hectárea.
Otro de los datos salientes de la semana en el centro y norte de Santa Fe fue el fin de ciclo del maíz, que también sufrió una clara desmejora respecto del año pasado al consolidar una pérdida de la producción de 18%.
Sobre una superficie sembrada de 78.000 hectáreas se cosecharon 56.500 hectáreas de grano comercial, con un rendimiento promedio de 76 quintales por hectárea y una producción total de 429.380 toneladas.
En cuanto al arroz, salvo los tres días de precipitaciones, el proceso de cosecha continuó en forma normal, con un grado de avance de 93% del total del área sembrada, unas 29.760 hectáreas, con un progreso intersemanal de 8%.
Los rendimientos se mantuvieron estables, con rindes de 6.000 a 6.500 kilogramos por hectárea, con una baja del 18% en los niveles de humedad del grano, hecho que aumentó el desgrane espontáneo, problema que se suma a una desmejora de la calidad industrial por aumento de granos partidos.
Sobre el algodón, el proceso de cosecha avanzó a ritmo sostenido, con un avance de 40% del total sembrado.
Los rindes se mantuvieron en los valores de semanas anteriores, y los lotes que sufrieron la falta de precipitaciones estuvieron en el orden de los 1.600 kilos por hectárea.
El informe detalla que hubo lotes puntuales con riego que superaron los 3.500 kilos, en tanto hubo lotes sin riego cuyo valor máximo ascendió a 2.900 kilos por hectárea.
El restante cultivo en tiempo de cosecha es el sorgo, que atravesó una semana de trabajos lentos debido a la humedad del grano, que estuvo con valores relativamente altos, y la inestabilidad climática.
El proceso llegó a 50% de avance y se mantuvo una diferencia significativa en los rendimientos promedios obtenidos, que fluctuaron entre 20 y 55 quintales por hectárea.