Luego de casi dos años sin reuniones de máximo nivel, el Mercado Común del Sur (Mercosur) impulsará hoy su relanzamiento en la cumbre de jefes de Estado en la ciudad de Mendoza, para profundizar su integración y afinar los detalles finales de un próximo acuerdo de libre comercio con la Unión Europea. Tras superar un año signado por los conflictos con Venezuela, que derivó en su suspensión en diciembre como miembro pleno, el Mercosur atraviesa una etapa de relanzamiento que espera poder sellar con una mayor integración interbloque y nuevos acuerdos con otras regiones.
Los presidentes de Argentina, Mauricio Macri; Brasil, Michel Temer; Paraguay, Horacio Cartes, y Uruguay, Tabaré Vázquez, se reunirán a los pies de la Cordillera de los Andes para dar un nuevo envión al bloque de 260 millones de habitantes y un PBI de U$S 2,4 billones, según cálculos del Banco Mundial. También participarán los mandatarios de Chile, Michelle Bachelet, como país asociado, y Bolivia, Evo Morales, que está en proceso de adhesión, y representantes de otros países sudamericanos y de México.
"En este momento donde poner barreras y volver al proteccionismo parece una opción para algunos países, queremos demostrar que se pueden ampliar mercados con beneficios para todas las partes", destacó el canciller argentino, Jorge Faurie.
La Argentina entregará en la cumbre la presidencia pro témpore semestral del Mercosur a Brasil, en medio de la crisis política y económica que atraviesa el gigante sudamericano. "Este consejo será uno de los mejores en mucho tiempo, porque el Mercosur reencontró su camino en los últimos meses. Nuestra intención es dar continuidad al buen trabajo hecho por Argentina en este semestre", anticipó el subsecretario general para América Latina de Brasil, Paulo Estivallet, al celebrar la consonancia en la política económica de los dos principales socios del bloque, Argentina y Brasil.
Acuerdo básico
El mercado regional aspira a lograr un primer acuerdo básico con la UE en diciembre, en consonancia con la reunión ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que se celebrará en Buenos Aires. A la vez, se propuso estrechar vínculos con la Alianza del Pacífico, integrada por Chile, Perú, Colombia y México, y acercarse a China. "El Mercosur viene de un letargo en materia de reformas y avance económico de los últimos doce, quince años. Ahora hay un sinceramiento de las relaciones, una ventana de oportunidad", declaró el economista Dante Sica, de la consultora Abeceb.
El bloque tiene acuerdos comerciales sólo con un 7% del PBI mundial, por lo cual necesita avanzar hacia acuerdos con otras regiones y países que amplíen el horizonte para su producción. "El Mercosur es muy cerrado. Ahora el desafío no sólo es abrirse al mundo sino mejorar la competitividad", sostuvo el experto.
"Lo importante es mejorar los temas de accesibilidad interna de mercados, la convergencia regulatoria, definir una agenda en materia de infraestructura y tener una idea de, más que anexar nuevos socios, salir a discutir acuerdos comerciales con otras regiones. No podemos hacernos más grandes si no terminamos antes de dirimir situaciones entre nosotros", acotó Sica. Los ministros de Economía y presidentes de los bancos centrales de los Estados parte del Mercosur se reunieron para afinar los procesos de integración regional, y luego se sumarán al encuentro del Consejo del Mercado Común, en la que también participarán los cancilleres.
Hoy arribarán los presidentes para asistir a la cumbre bajo un estricto operativo de seguridad, con 1.000 efectivos y varios aviones de combate, en la primera reunión desde la celebrada en diciembre de 2015 en Paraguay. El Mercosur atravesó un 2016 complejo, con la decisión de facto de Venezuela de asumir la presidencia pro témpore en el segundo semestre, de acuerdo a la rotación acordada por orden alfabético, pero sin el apoyo del resto de los socios.
El bloque decidió en diciembre suspender a Venezuela, al vencer el ultimátum dado a Caracas por el incumplimiento de unas 112 resoluciones y otros requisitos indispensables para la adhesión plena al Mercosur.
En tanto, en forma paralela a la reunión del Mercosur, sesionó en Mendoza la Cumbre de los Pueblos. Organizaciones sociales, políticas, sindicales, de derechos humanos y agrupaciones indígenas debatieron sobre la construcción de una soberanía regional, una nueva institucionalidad para enfrentar el neoliberalismo, la independencia y la defensa de los derechos conquistados. La activista social argentina, Milagro Sala, detenida por el gobierno de Macri desde enero de 2016, será la presidenta honoraria de la denominada "contracumbre" o "cumbre social".