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Misiones: el Senasa detectó la presencia del caracol africano en Guaraní y sugiere acciones sanitarias para favorecer la salud de la población

Desde el Senasa dieron con la presencia del caracol africano. Se dio en la localidad de Guaraní, provincia de Misiones. En tanto, informaron que junto a autoridades locales destruyeron 80 caracoles y, además, recomiendan diversas acciones sanitarias para proteger a la salud de las personas ante la presencia de estos ejemplares. También es una gran amenaza para el sector agrícola.

El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) comunicó que dieron con  “la primera detección de ejemplares de Caracol Gigante Africano (Lissachatina fulica) en la localidad de El Soberbio, perteneciente al departamento Guaraníprovincia de Misiones”, manifestaron.

En este sentido, informaron que “personal del área de Protección Vegetal del Centro Regional Corrientes-Misiones del Senasa verificó la presencia de esta especie invasora, conocida por su impacto negativo en la salud pública y la producción agrícola al concurrir a una denuncia recibida en el marco de sus acciones para prevenir y controlar plagas agrícolas”.

Senasa: recolección y destrucción de caracoles

En este marco, explicaron que “siguiendo los protocolos sanitarios establecidos, el equipo regional del Senasa, junto con autoridades locales, recolectó y destruyó 80 caracoles. Además, llevó a cabo actividades de concientización donde informó a la comunidad sobre los riesgos asociados a esta plaga y las medidas preventivas necesarias”.

“El Caracol Gigante Africano, representa un riesgo sanitario significativo, ya que además de ser una de las plagas más importantes de la agricultura a nivel mundial, puede transmitir enfermedades perjudiciales para la salud humana y animal”, enfatizaron.

senasa

Senasa recuerda a la población las siguientes recomendaciones sanitarias

No tocar los caracoles.

Evitar el contacto con la baba del caracol Lissachatina fulica, especialmente con ojos, nariz y boca.

Lavar con abundante agua potable las verduras que se consumen.

En caso de tocar un caracol, lavarse inmediatamente las manos con abundante agua y jabón desinfectante. También hacerlo luego de tocar las superficies que puedan haber estado en contacto con la baba de caracol.

No comer caracoles.

No utilizarlos como carnada, mascota o adorno.

No utilizar venenos contra el caracol, ya que pueden afectar a niños, mascotas o fauna nativa.

Eliminar del jardín restos de madera, materiales de construcción, tejas o cualquier elemento que pueda ser utilizado como refugio por el caracol.

En caso de ser necesario, eliminar los caracoles utilizando guantes descartables para tomarlos, aplastarlos o tratarlos con sal común de cocina de forma que queden totalmente cubiertos y luego enterrarlos.

No permitir que los niños participen de la captura y eliminación de los caracoles.

No trasladar caracoles hacia otras zonas, ya que hay lugares que se encuentran libres de esta plaga.

Tener precaución al trasladar plantas u otros elementos del hogar donde los caracoles o sus huevos podrían alojarse.

Asimismo, informaron que “estas acciones forman parte de la estrategia integral para prevenir y controlar la dispersión de esta especie, contribuyendo a la protección de la salud pública, la biodiversidad y la producción agropecuaria de la región.”

“En caso de detectar la presencia de esta plaga, comunicarlo a la Línea telefónica gratuita del Senasa 0800-999-2386”, remataron.