Es la tercera campaña que Leandro Bessone forma parte de la RED.IN de Nidera Semillas. Su empresa, Pampa Semillas SRL, está radicada en Pampa del Infierno, Chaco, y desde ahí trabaja para una amplia zona alrededor de la Ruta 16, hacia el norte de Chaco y el centro norte de Santiago del Estero.
Lo suyo es, sin dudas, el girasol. Bueno, en realidad el doble cultivo girasol – maíz. “Acá se trabaja especialmente para esa rotación. Es la configuración que mejor le cierra a los productores”, dice Bessone y detalla: el girasol se siembra del 15 de julio al 15 de agosto, se cosecha en diciembre, y en enero se siembra el maíz, que se cosecha en agosto.
Con el doble cultivo, “la mayoría de las empresas presupuestan rindes de 24 qq/ha de girasol y 45 qq/ha de maíz. Pero tenemos datos de clientes que han sacado 27 o 29 qq/ha de girasol y maíces de 60 qq/ha, acompañados de muy buenos ambientes, fertilización, buen manejo de malezas y, por supuesto, lluvias”, advierte Bessone.
Lo cierto es que la región del NEA escapó a las dificultades que presentó el clima para la última campaña agrícola en la Argentina. “Tuvimos buenas lluvias que acompañaron los rendimientos de los tres principales cultivos –maíz, soja y girasol-“, destaca el distribuidor y anuncia que se espera una gran campaña 2018/19. “Yo creo que el girasol va a crecer en un 25- 30% en todo el NEA. En esta zona, que es bastante girasolera, va a crecer muchísimo. Estoy vendiendo el doble que el año pasado. Un poco porque el híbrido es cada vez más conocido, pero también porque el cultivo representa una gran oportunidad para los productores”, dice.
El híbrido de Nidera Semillas que lidera las preferencias de los productores del NEA es el Paraíso 1600 CL PLUS. Tiene ya tres años en el mercado y reúne todas las condiciones: “el ciclo es intermedio-corto y calza justo para el doble cultivo. Al ser corto es muy eficiente en el uso del agua. También tiene una gran sanidad y su capítulo es decumbente, lo que ayuda a evitar el daño por aves. Es además muy estable y tiene muy buena bonificación en grasa”, enumera Bessone.
El distribuidor insiste en que la plasticidad del híbrido permite que en los malos ambientes se logre un muy buen piso de rendimientos y en los buenos exprese un gran potencial. Esto, sumado a los niveles de grasa y la calidad de cosecha –que por las particularidades de la cabeza no deja cuerpos extraños-, redunda en una mercadería con valor agregado comercial.
Bessone no duda en dar un ejemplo del potencial del Paraíso 1600. En la zona de Tres Isletas, al norte de Sáenz Peña, en lotes muy bien manejados, el productor Martín Matesa alcanzó un rendimiento promedio con el híbrido en la última campaña de 36 qq/ha.
“Pero este es un productor que cuando la soja cambia de color ya está planificando el girasol”, dice el distribuidor. “Y eso es lo que nosotros recomendamos”.
Pautas de manejo
“En los últimos años viene lloviendo bien”, acota Bessone, aunque reconoce que la sequía siempre anda dando vueltas. “La región es muy grande y solemos tener sequías puntuales dependiendo de la zona, pero estamos hablando de 600 milímetros entre octubre y noviembre, cuando se define el girasol, y febrero- marzo, cuando se define el maíz. Y eso ayuda a obtener buenos rindes”.
El manejo más habitual en la zona de Pampa del Infierno para el girasol es la siembra directa, porque son suelos arenosos. Hacia Presidencia Roque Sáenz Peña o Campo Largo comienza a haber empresas más chicas que optan por la siembra convencional, que además les permite adelantar un poco la fecha de siembra.
“Nuestra recomendación es que el girasol esté planificado. La idea es que cuando estás cosechando la soja ya tengas diseñado el cultivo de girasol. Eso te permite hacer un buen manejo de malezas. Hoy, con los híbridos que tenemos, como el CL Plus, se pueden hacer tratamientos con Imazapir en una aplicación temprana para entrar a la siembra con el lote limpio”, detalla Bessone.
Con respecto a fertilización, el distribuidor advierte la necesidad de hacer análisis de suelo porque en invierno el Nitrógeno disponible y la mineralización son más bajos, por lo que hace falta una fertilización nitrogenada para alcanzar buenos rindes.
“En materia de sanidad, el híbrido anda muy bien y la zona no presenta mayores riesgos”, dice y agrega que para evitar el daño por pájaros recomienda híbridos que sean decumbentes –como el Paraíso 1600-, y si hace falta, adelantar la cosecha. “Se pulveriza con algún desecante para anticiparla. Siempre recomendamos dimensionar primero la disponibilidad de máquinas cosechadoras. En diciembre las lluvias son más seguidas y a veces tenemos que estar cuatro días con el girasol listo”, advierte.