En términos generales, las variables que más impactan en los rendimientos de cualquier cultivo se reducen a tres: la potencialidad del genotipo, la práctica de manejo utilizada y el ambiente donde se produce. Y aunque tradicionalmente Nidera Semillas es reconocida por la calidad de su genética, desde hace tiempo también viene trabajando en la interacción con los otros dos factores, ofreciendo a sus clientes un paquete de servicios completo que los ayude a tomar las mejores decisiones de manejo para cada material y cada ambiente.
De esta manera, la compañía ha volcado una serie de herramientas tecnológicas al servicio del productor que le garantizan obtener el mejor resultado. Tal es así que para la nueva edición del Congreso de Aapresid, que tendrá lugar del 7 al 9 de agosto, en el Centro de Eventos y Convenciones Metropolitano de Rosario, la semillera lanzó una interesante propuesta a los productores: incrementar en al menos un 5% el rendimiento de cada lote de maíz a partir del correcto uso de la genética y una serie de recomendaciones de manejo que brinda el equipo de especialistas, que para esta campaña incluyen ajustes en la densidad de siembra.
Según los especialistas de Nidera Semillas, la adopción de la tecnología de siembra variable puede llegar a aportar incrementos de rinde de entre el 2% y el 5%, a lo que se suma toda la optimización en el uso de recursos e insumos. Un informe reciente del Departamento de Investigación y Prospectiva de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, indica que en la campaña 2017/18 la densidad de siembra promedio del maíz temprano sembrado en el país fue de 63.000 plantas por hectárea, con rangos que fueron de 49.000 a 78.000 pl/ha en cada zona. En el caso del maíz tardío, la densidad de siembra promedio fue de 58.000 pl/ha, con rangos que fueron de 47.000 a 73.000 pl/ha según zonas. Pero el desafío está en hacer sintonía fina dentro de cada lote.
“La siembra con densidad variable ofrece mayores aportes en ambientes donde los lotes presentan mayor heterogeneidad. Esto es muy habitual en el centro y norte de Córdoba, las regiones del NOA y NEA, y el oeste de la provincia de Buenos Aires”, puntualiza Alfredo García, gerente de Entrenamiento, Transferencia e Innovación de Nidera Semillas, quien junto a Pablo Colomar, gerente Comercial de la RED.IN, estarán a cargo de la disertación “Transformando el manejo: tecnología y conocimiento, las herramientas del productor”, en el marco del Congreso de Aapresid.
El equipo de Nidera aporta un ejemplo analizado en América, en el oeste arenoso de Buenos Aires. En un lote con tres ambientes contrastantes (el 19% de la superficie con alto potencial, el 42% medio potencial y un 39% de bajo potencial), el promedio de rendimiento del lote en general fue de 9 toneladas de maíz por hectárea, pero en los mejores ambientes el rinde se disparaba a 12 toneladas, en los sectores medios a 10, y en los más bajos caía a 7,5 toneladas. La densidad utilizada por el productor venía siendo de 66 mil plantas por hectárea.
“Allí sembramos con densidades ajustadas uno de nuestros híbridos de mayor potencial, el AX 7761. Al compararlo con el manejo habitual del productor, obtuvimos un plus de rendimiento de 2,6% en favor del manejo variable. En términos de margen bruto eso representa un incremento del 3,9%, alrededor de unos 9 dólares por hectárea extra por el solo hecho de ajustar la densidad en cada uno de los ambientes”, explica García.
“Estamos muy confiados en los resultados que aportan nuestras recomendaciones a campo y por eso nos animamos a ponerle un número al desafío. Trabajamos sobre pilares sólidos: la generación de información a partir de la cual construimos la propuesta de valor, nuestras innovadoras herramientas tecnológicas, y una red de distribuidores especialistas en semillas que junto con el cliente analizan cuál es la mejor opción de producto y su correspondiente práctica de manejo”, detalla Colomar.
El "Sistema de Manejo Variable” es la última de las herramientas incorporadas por Nidera para el asesoramiento a sus clientes. “La idea es hacer sintonía fina, dejar de pensar en manejos uniformes y entender que los ambientes son variables incluso dentro de un mismo lote”, acota García. Con este tipo de prácticas, no sólo se mejoran los rendimientos sino también se eficientiza la utilización de insumos y recursos. Con la ganancia que le da este ajuste en el manejo, el productor puede tomar decisiones virtuosas que posibiliten mejoras en otras áreas del sistema, como la fertilización.
El Sistema de Manejo Variable se suma a ADN (Asistente Dinámico Nidera), una plataforma creada por la empresa para que los clientes conjuntamente con sus distribuidores, puedan identificar el material más adecuado para cada ambiente, junto con su manejo más eficiente. “Para esto contamos con una base de datos sólida y robusta, y en constante crecimiento. Sobre la base de toda la información que manejamos podemos construir modelos de respuesta de cada uno de los híbridos a cada ambiente y densidad de siembra”, argumenta Colomar.
Actualmente, los expertos en semillas de Nidera son más de 80 distribuidores y 125 técnicos especialmente capacitados en 14 centros de entrenamiento ubicados en todo el país. Desde la RED.IN, una extensa red comercial exclusiva, provistos de la plataforma ADN, los asesores trabajan conjuntamente con el cliente para ayudarlo a entender en qué ambiente están produciendo, definir expectativas de rendimiento y recomendar cuál es el manejo que mejor se ajusta a ese objetivo. Pero la asistencia de los especialistas no termina aquí. A través de #NideraVuela, los asesores aportan el servicio de monitoreo con drones a partir del cual aportan información sobre el estado de los cultivos, el conteo de plantas o la uniformidad espacial de siembra. De esta forma, y gracias al manejo inteligente de la información y del material genético, Nidera Semillas desafía a los productores convirtiendo la inteligencia productiva en más rendimiento y un mejor negocio