Pese a que a fines de junio el entonces vicepresidente del Senasa, Sergio Robert (desplazado de su cargo el viernes pasado) confirmó el inminente cambio en el formato de la vacunación contra la aftosa en la Argentina, este miércoles desde el organismo descartaron hacer modificaciones en lo inmediato.
Te puede interesar: Video: por un carpincho, interrumpieron el tránsito entre dos provincias
La noticia la dio Néstor Osacar, director nacional del organismo (y próximo reemplazante de Robert) en el Congreso de Entes y Fundaciones de Lucha Sanitaria Animal, que se está realizando en Santa Fe.
Según contaron a Valor Carne participantes del evento, el funcionario informó que “se está trabajando en la modificación de las estrategias de vacunación contra la aftosa” pero que “no se van a poder llevar a cabo este año” y que “pasarían para el año que viene”.
Leer también: Desde la BCR reconocen a Rosario como referente en tecnología aplicada a la agroindustria
Cómo iba a ser el nuevo esquema de vacunación contra la aftosa
En su momento, Robert había señalado que partir la próxima campaña de vacunación contra la aftosa, la segunda de 2024, comenzarían a aplicarse cambios en la estrategia nacional contra la enfermedad.
En principio, este año no se vacunarían novillos en primavera mientras que en la segunda campaña de 2025 tampoco se vacunarían vaquillonas, novillitos ni toritos, incluyendo los machos enteros jóvenes. De este modo, a futuro, en la 2ª campaña solo se vacunarían terneros y terneras, mientras que en la 1ª se vacunarían todas las categorías.
Además, la segunda campaña se adelantaría de la primavera al invierno, ya que sería utilizada como refuerzo de las categorías menores.
El anuncio había sido realizado en la 15ª Jornada de Evaluación de Planes Sanitarios Provinciales y Nacionales organizada por la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP).
Incluso, Robert había dicho que la iniciativa “responde a sugerencias del sector ganadero y se basa en estudios técnicos y científicos realizados durante los últimos dos años”.
En tanto, estimó que el cambio representaba “un ahorro de aproximadamente 15 millones de dosis por año, lo que equivale a unos 30 millones de dólares en inversión en sanidad del sector ganadero”.
Al término del encuentro de ayer, Osacar no quiso hacer declaraciones a la prensa, mientras que entre los ruralistas se alzaban voces a favor y en contra de esta marcha atrás, al menos momentánea, por parte del organismo sanitario. Un tema que seguramente dará mucho que hablar en las próximas semanas.