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Nuez pecán: desarrollan método para cuantificar el daño de una enfermedad emergente

Investigadores del INTA y la Universidad Nacional de Catamarca crearon una escala visual para medir la severidad de la mancha negra, una enfermedad que pone en riesgo la productividad del cultivo.

Una nueva herramienta busca mejorar el monitoreo de una enfermedad emergente que afecta al cultivo de nuez pecán en Argentina. Investigadores del Instituto de Patología Vegetal del INTA y de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Catamarca desarrollaron una escala diagramática específica para cuantificar la llamada “mancha negra”, una afección causada por el hongo Alternaria sp. que provoca lesiones oscuras en hojas y frutos.

La enfermedad fue detectada en Catamarca en 2021 y, ante su alta incidencia, los equipos decidieron avanzar con el diseño de una metodología para evaluar su impacto. El objetivo es conocer con precisión la severidad del daño en las plantas y su efecto sobre el sistema productivo.

La mancha negra ya representa un problema serio en otras regiones del mundo, como China y Sudáfrica, donde puede generar caída prematura de las nueces, defoliación e incluso debilitamiento de los árboles. “Al tratarse de una enfermedad recientemente identificada en el país, necesitábamos herramientas que permitieran estimar su gravedad y avanzar en estrategias de manejo”, explicó Ignacio Cazón, investigador del IPAVE.

La escala diagramática es una guía visual que ilustra diferentes grados de infección en hojas, lo que permite al personal técnico hacer estimaciones más precisas. Para validarla, un grupo de 34 evaluadores (entre estudiantes, docentes e investigadores) realizó mediciones primero sin ayuda y luego utilizando la escala. Los resultados demostraron una mejora significativa en la precisión al utilizar la herramienta.

Además, las imágenes fueron incorporadas al sistema digital TraineR2, una aplicación brasileña de uso libre que permite capacitar a técnicos en el diagnóstico de enfermedades.

nuez

“La idea es que esta escala esté al alcance de los productores y técnicos que trabajan directamente en el campo, y que pueda integrarse en sus rutinas de monitoreo”, señaló Nelson Bernardi Lima, profesor de la UNCA. También subrayó la importancia del trabajo conjunto entre instituciones para generar soluciones ágiles y útiles frente a los desafíos del sector.

En Argentina, el cultivo de pecán crece año a año. Actualmente hay unas 10.000 hectáreas implantadas y una producción aproximada de 2.000 toneladas anuales. Catamarca se posiciona como la segunda provincia productora después de Entre Ríos, con unas 460 hectáreas cultivadas y alto potencial de expansión.